‘Sudáfrica es hoy un lugar mejor para vivir’, Zuma

Actualizado
  • 28/04/2014 02:00
Creado
  • 28/04/2014 02:00
En un acto de Estado celebrado en la sede del Gobierno en Pretoria, el presidente sudafricano

Sudáfrica festejó ayer su ‘Día de la Libertad’, que celebra las primeras elecciones multirraciales, que convirtieron a Mandela, líder del Congreso Nacional Africano (CNA), en el primer presidente negro del país.

En un acto de Estado celebrado en la sede del Gobierno en Pretoria, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, llamó a sus conciudadanos a votar en las elecciones generales del próximo día 7 para consolidar la democracia y todos los logros de esta joven nación.

‘Trabajando juntos en los últimos veinte años y en los últimos cinco hemos hecho de Sudáfrica un lugar mucho mejor en el que vivir’, subrayó.

Zuma elogió el buen trabajo de los sudafricanos en la defensa de los derechos humanos, la mejora a la atención de sus necesidades básicas, el crecimiento de la economía, la lucha contra el crimen y la corrupción e incluso en la construcción de una ‘mejor África y un mundo mejor’.

‘Nos hemos acercado a nuestro preciado sueño de una Sudáfrica unida, no racial, no sexista, democrática y próspera’, declaró.

El también presidente del CNA, que tuvo en Mandela a su líder más emblemático, subrayó el éxito de Sudáfrica en el proceso de ‘curarse las heridas’ de un pasado ‘brutal’. ‘Paso a paso, estamos construyendo la Sudáfica por la que pelearon nuestros luchadores por la libertad’, manifestó.

UN DÍA ÚNICO

Dos imágenes de aquellas elecciones de 1994 quedaron grabadas para siempre en la memoria de todos.

La primera, la de un Mandela sonriente, con su sobre con su lista de votación en una mano. Cuatro años antes, ese mismo hombre había dejado detrás 27 de prisión y recuperado la libertad con un puño en alto. La segunda, las largas, interminables filas de electores que con paciencia esperaban ante las oficinas electorales, símbolo de un pueblo que fraternizaba en las urnas después de años de violencia y racismo.

Por primera vez, la mayoría negra, antes excluida, pudo votar. ’Hoy es un día como nunca antes hubo otro. La votación en nuestras primeras elecciones libres y justas ha comenzado. Hoy es la alborada de nuestra libertad’, declaró aquel día Mandela.

’Juntos, de pie, lancemos con voz alta y clara este mensaje: no dejaremos a un puñado de asesinos robarnos nuestra democracia’, había prometido ‘Madiba’.

FALLAS

Antiguo estado paria, Sudáfrica se ha afirmado en el escenario internacional, su PIB se ha doblado en 20 años, la pobreza ha retrocedido y ha aparecido una nueva clase con dinero entre los negros. Pero la situación todavía dista mucho de ‘la vida mejor para todo el mundo’ prometida por Mandela en 1994.

La falta de empleo, de profesores de calidad y de una policía fiable, así como las carencias del sistema de sanidad pública en el país, en el que una mujer arriesga su vida al dar a luz, reflejan una sociedad que ha pasado de la discriminación por el color de la piel a la selección por el dinero.

Sudáfrica sigue siendo uno de los países del mundo con mayor desigualdad. Desde hace diez años, las explosiones de violencia popular se multiplican en los barrios pobres para denunciar la corrupción de los políticos y las privatizaciones.

Otro de los desafíos de esta joven democracia será el de recuperar la confianza de los ciudadanos en la clase política, debilitada por escándalos como el protagonizado por el propio Zuma, quien gastó más de 15 millones de euros de dinero público en la reforma de su residencia privada.

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