Jaque a McChrystal expone crisis interna

HINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, negó que la destitución de Stanley McChrystal como jefe de las fuerzas en Afgani...

HINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, negó que la destitución de Stanley McChrystal como jefe de las fuerzas en Afganistán implicara diferencias sobre la estrategia militar. Pero puso de manifiesto la búsqueda de una salida a una crisis política muy profunda.

El motivo más ostensible de la destitución, este miércoles, fueron las indiscretas declaraciones formuladas por McChrystal a la revista estadounidense Rolling Stone, donde criticó al gobierno de Obama y a sus asesores.

Pero el hecho de reemplazarlo por el general David Petraeus, actual jefe del Comando Central de EEUU, fue claramente el resultado del descontento de la Casa Blanca con cómo McChrystal manejó la guerra en Afganistán.

En las últimas semanas se volvió evidente que la estrategia de McChrystal no estaba funcionando como él había prometido, y el Congreso legislativo y la elite política de Estados Unidos se mostraron muy incómodos por el curso que había adoptado la guerra.

LA PÁGINA DE LA DECISIÓN

Al convocar a Petraeus, el gobierno de Obama parece estar arrancando la página de la decisión tomada en 2006 por su antecesor, George W. Bush (2001-2009), de rescatar una guerra en Iraq que en Washington se percibía como un fracaso vergonzoso.

Sin dudas Obama será presionado por el opositor Partido Republicano, liderado por el senador John McCain, a fin de eliminar el plazo fijado para mediados de 2011 para iniciar la retirada de Estados Unidos de Afganistán, y tal vez incluso para otro aumento de tropas.

Pero en 2009 las políticas trazadas por el gobierno de Obama en relación a la guerra dejaron en claro que el mandatario sucumbió a la presión política para aumentar la cantidad de soldados este año, solamente como parte de un acuerdo.

Las habilidades políticas de Petraeus y su capacidad de vender una estrategia que involucre una salida negociada ofrecen a Obama más flexibilidad que la que tenía con McChrystal.

Aunque se atribuye a Petraeus haber montado una exitosa campaña contra la insurgencia en Iraq, su principal logro fue concretar el primer acuerdo formal con los rebeldes sunitas.

LA ENTREVISTA

En una entrevista con IPS, una fuente militar que conoce a McChrystal y a su personal describió a un círculo íntimo ‘muy estrecho’, de unas ocho personas, que ‘hacían todo juntas, incluyendo emborracharse’.

‘McChrystal se rodeó de hombres que decían ‘sí’, y cuando opinaban de modo diferente los echaba, señaló otra fuente.

El círculo de allegados a McChrystal ha estado acostumbrado al aislamiento típico de las Fuerzas de Operaciones Especiales, agregó

Un claro ejemplo del rechazo de McChrystal a las opiniones contrarias a las suyas era las del oficial retirado de las fuerzas australianas David Kilcullen, quien discrepaba los asesinatos selectivos, lo que iba contra las ideas del general, dijeron fuentes oficiales.

El asesor político de McChrystal, coronel retirado del ejército Jacob McFerren, no es un veterano del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC). Pero una fuente familiarizada con el equipo del comandante destituido lo describió como uno de los viejos ‘compañeros de borracheras’ del general.

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