‘Me quieren matar’, Gaddafi

LIBIA. Muamar Gadafi escapó a un ataque aéreo de la OTAN la noche del sábado al domingo en el que falleció uno de los hijos del líder li...

LIBIA. Muamar Gadafi escapó a un ataque aéreo de la OTAN la noche del sábado al domingo en el que falleció uno de los hijos del líder libio y tres de sus nietos en Trípoli, aseguró un portavoz del régimen, que denunció un intento de asesinato contra el coronel.

La OTAN reconoció haber atacado ‘un puesto de mando y de control’ en la zona, pero no confirmó la muerte del hijo de Gadafi, Saif al Arab. Sin embargo, ayer, domingo por la tarde, el obispo de Trípoli, Giovanni Martinelli, confirmó la muerte de Saif Al Arab, en una entrevista por teléfono a la televisión italiana Sky.

Por otro lado, Gran Bretaña decidió ayer, domingo, al embajador de Libia ‘a raíz de ataques contra las misiones diplomáticas en Trípoli’, entre ellas ‘la embajada británica’, anunció el ministro de Relaciones Exteriores, William Hague.

Londres confirmó así una información previa del gobierno italiano en la que se denunció varios ‘actos vandálicos’ contra sedes diplomáticas en Trípoli.

El gobierno británico aseguró, además, que ‘los ataques contra las misiones diplomáticas no debilitarán nuestra resolución de proteger a las poblaciones civiles en Libia’.

Durante la noche, el portavoz del gobierno libio, Ibrahim Musa, había anunciado que la casa de Saif al Arab, de 29 años y uno de los seis hijos del líder libio, fue ‘atacada con potentes medios’, muriendo el vástago de Gadafi y tres de sus nietos. Musa denunció ‘una operación cuyo objetivo era asesinar directamente al dirigente del país’, añadiendo que ‘el Guía y su esposa estaban en la casa’, pero no resultaron heridos.

Ayer a mediodía, Musa precisó a los periodistas que Saif al Arab no era el hijo menor del dirigente libio, tal como se había informado anteriormente, sino el penúltimo de sus vástagos.

El portavoz había acompañado previamente a los periodistas a ver los restos de una vivienda bombardeada en Trípoli, donde el grado de destrucción era tal que difícilmente se podía haber sobrevivientes.

Saif al Arab no ocupaba ningún cargo oficial, al menos conocido. Muamar Gadafi ya perdió a una hija adoptiva en 1986.

El primer ministro británico, David Cameron, aseguró que los ataques de la OTAN eran ‘conformes a la resolución de Naciones Unidas’. En un comunicado de la OTAN, el general Charles Bouchard lamentó ‘toda pérdida de vidas, en particular la de civiles inocentes’ y aseguró que ‘todos los objetivos de la OTAN son de naturaleza militar’.

Rusia, sin embargo, denunció ayer, domingo, el uso ‘desproporcionado’ de la fuerza en Libia, y puso en duda que la OTAN no tenga como blanco al coronel Muamar Gadafi.

En Bengasi, bastión de la insurgencia libia, los rebeldes no acababan de creerse la muerte del hijo de Gadafi. ‘La verdad es que la noticia no puede ser contrastada’, deploró Jalal al Gallal, miembro del Consejo Nacional de Transición, órgano político de los rebeldes.

Ayer, domingo, por la tarde, la televisión libia mostró unas imágenes de prelados de diferentes confesiones religiosas (católica, ortodoxa, copta y musulmana) rezando ante cuatro cuerpos recubiertos con sábanas: dos de ellos con sábanas de color verde y otros dos cuerpos, más pequeños, envueltos en tela blanca. Desde el inicio de la intervención militar internacional el pasado 19 de marzo, números responsables políticos de los países implicados en la operación reiteraron que el objetivo del mandato de la ONU es la protección de civiles.

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