¿Funciona el plan de seguridad?

PANAMÁ. Los criminales ahora tratan de intimidar a las autoridades.

De la amenaza que integrantes de la pandilla “El Pentágono” hicieron a los bomberos de Santa Ana, si intervenían en la quema de una barraca de sus enemigos, ayer pasaron a los hechos.

Rafael Sáenz Salinas, alias “Hito”, prófugo de la cárcel La Joyita, y otros dos compinches disparó con un fusil AK-47 en la residencia de un miembro de la Policía. Milagrosamente, los disparos no alcanzaron a ninguno de los cuatro miembros de la familia del agente.

En respuesta, el comisionado Néstor Valdés, anunció que las autoridades policiales brindarán la seguridad necesaria a los familiares de la unidad afectada por este incidente, y a los de otros agentes involucrados en casos sensitivos.

El mandatario Ricardo Martinelli amenazó con “mandar a la chirola a los maleantes; sin embargo no parece ser ésta la medida que intimide a los criminales de la región más peligrosa del mundo, Centroamérica, como lo reveló estudio reciente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para controlar la violencia, el gobierno apuesta por ubicar estaciones navales en cuatro puntos: Isla Chapera, Chiriquí Grande, Rambala (Bocas del Toro) y Azuero. Esta medida busca incrementar tareas “militares” en vez de aumentar la actividad policial.

Ebrahim Asvat, ex director de la Policía, plantea en su columna Bitácora del Presidente que publica en El Siglo que es preferible acentuar el apoyo policial que en realizar tareas militares para controlar el narcotráfico y la secuela de delitos conexos que genera esta actividad en nuestro país.