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- 23/11/2010 01:00
PANAMÁ. La Caja de Seguro Social (CSS) pagará 98 millones 13 mil 240 dólares a la empresa Promed, en un contrato directo por cuatro años y cuatro meses, para que siga suministrando insumos, equipos y ahora instalaciones adecuadas para el tratamiento de pacientes con insuficiencia renal. La CSS se defiende de las críticas aduciendo que, de no hacerlo, los pacientes corren peligro de morir.
Sin embargo, a David Ocálagan, presidente de la Asociación de Pacientes con Insuficiencia Renal, el tiempo estipulado en el nuevo contrato le parece largo y considera que se viola la Ley Orgánica de la CSS, toda vez que el contrato propicia la privatización de los servicios para atender a los pacientes de hemodiálisis. Señala que esto no es más que un ‘gran negocio’ y no la verdadera respuesta que necesitan los pacientes.
Inicialmente La Estrella tenía una cita ayer con el director Guillermo Sáez Llorens, pero la oficina de prensa cambió de parecer y ofreció dar las declaraciones a través del subdirector de la entidad, Marlon De Souza.
HECHOS
De Souza dijo que la licitación pública no se llevó a cabo porque la CSS no puede afrontar ‘para ya’ el reto de mantener la atención que requieren los pacientes. Hubiera demorado de dos a tres años lograr el objetivo y sería demasiado tarde para muchos pacientes.
La empresa Promed mantiene un contrato hasta febrero de 2011 por $23 millones para facilitar equipos e insumos. Pese a esto, directivos de la CSS afirmaron que en cuanto la Contraloría refrende el nuevo contrato y se dé la orden de proceder, el otro contrato queda sin efecto y entra a regir el nuevo acuerdo.
El subdirector de la CSS aseguró que la institución no realizó la licitación pública porque cada proceso dentro de la maniobra antes mencionada hubiera retrasado más el hecho de mejorar la atención de los pacientes. Desde realizar el acto público hasta calibrar los equipos hubiera tomado demasiado tiempo.
Sin embargo, Ocálagan señala que no existe en el informe una sustentación económica detallada, técnica, clínica, médica, administrativa ni de calidad de atención al paciente que sustente la recomendación para la contratación directa.
EL AHORRO
El cuestionado ahorro no sustentado de $40 millones se basa, según De Souza, en que actualmente se paga unos 2,150 dólares al mes por cada paciente. Con el nuevo contrato, el costo baja a exactamente $1,512.55 al mes por cada paciente, un ahorro de 30%. De Souza reveló que la empresa Promed fue bajando el costo hasta lograr el monto final acordado, mientras que agregó que se negoció con empresas de España, Colombia y Argentina, que no bajaron el costo.
Se hace el contrato por cuatro años porque es el periodo que la empresa considera que el servicio le es rentable. Un contrato por menos no garantiza la mejor atención para los pacientes.
Ante esto, el dirigente de los pacientes renales asevera que los costos estimados de ahorros ofertados por la empresa privada no guardan relación con los costos institucionales actuales para el tratamiento individual. A la vez no se establece cómo efectuarán los controles reales de tratamientos brindados cada día.
LA SITUACIÓN ACTUAL
Los pacientes requieren tres sesiones semanales. Lo ideal es que se brinden en turnos matutinos y vespertinos, pues una sesión toma cuatro horas por paciente. Toma tiempo preparar los equipos para atender el siguiente en turno, lo que dio lugar a que se dieran servicios de noche y de madrugada, no apropiados para pacientes ni funcionarios.
Se acordó brindar servicios en el Hospital San Fernando y en unas salas creadas en el Santo Tomás. Los pacientes atendidos en los turnos adicionales se mandaron allí.
Calibrar un equipo para la realización del tratamiento para la insuficiencia renal requiere de la fabricación de un filtro con especificaciones especiales _fuera del país_, luego ese equipo es instalado y calibrado, proceso que toma un mes, y luego se envía a Estados Unidos para que la calibración sea certificada por una empresa especialista. Luego el equipo regresa a nuestro país. Esto toma de 3 a 6 meses.
Actualmente, se atienden más de 900 pacientes que requieren la hemodiálisis. En los próximos cuatro años, según los estudios realizados, la cifra podría aumentar a 1,500.
ALQUILER DE LOCALES
El contrato con Promed contempla el alquiler y adecuación de locales dentro y fuera de instalaciones hospitalarias para mejorar la atención.
Pero, según Ocálagan, no se determina como primordial la ubicación de las nuevas instalaciones para los pacientes existentes según su área residencial.