Las desgracias viajan acompañadas

Superado un mes desde las revueltas en San Félix, (donde la foto de Eliezer Oses puso de manifiesto la falta de conexión que existe entre las instrucciones que emanan del Ministerio de Seguridad Pública y lo que en la práctica ocurre en las calles con las unidades de la Policía Nacional) saltan algunas coincidencias con lo que hoy viven las unidades relegadas al cuartel de La Porqueriza.

La aparición de la vieja nueve milímetros de la extinta Guardia Nacional (GN) en manos del mayor Rodolfo Jiménez Vargas, lo tienen hoy en un disparadero que jamás imaginó en los veintitantos años de carrera ininterrumpida en la institución. Fuentes ligadas a la PN confirman la inminente salida del mayor Jiménez (por la gravedad y lo notorio de su falta) con el 70% del sueldo y en calidad de jubilado. La otra cara de la tragedia familiar la aporta su hermano menor, el sargento segundo Eugenio Jiménez, cuya apelación es ventilada en el MINSEG, luego que fuera puesto por la cúpula de la PN en la lista de los caídos en desgracia para aplicarle el Decreto 184. La cercanía de su hermano mayor con Gustavo Pérez le ha servido de muy poco.