Viejo reggaetonero, nuevo reggaetonero

Antes los discos eran tan populares que los cantaba todo el mundo. Hoy sólo los escuchan para perrear, se lamenta Renato, ese chico que ...

Antes los discos eran tan populares que los cantaba todo el mundo. Hoy sólo los escuchan para perrear, se lamenta Renato, ese chico que de joven cantaba de saco y gatito y de viejo viste con pantalones anchos, camisas anchas y gorra. Lleva treinta años haciendo reggaetón. Es el padre del género.

–Ha cambiado un poco de entonces a ahora, ¿no?

–Cuando nosotros empezamos en el 73 o el 74, yo estaba cantando en casa de un señor rico y me pusieron en una esquina para que no supieran que yo era negro. Pero vino Telemetro, que se lo agradezco, y me hizo el primer video, que es ’La chica de los ojos café’, que pegó en casi toda Latinoamérica (que por cierto, todavía no me han dado derechos de eso), y la gente vio. Pero entonces me vestía bien, era totalmente diferente a lo que la gente pensaba. No como ahora, que los ven en los videos y dicen ’no, que estos muchachos, que son unos maleantes...’ y no. Nosotros vendíamos otra imagen ; por eso ahora no nos comparan.

–¿Te molesta que te incluyan en el mismo grupo que a otros artistas del género?

–Gracias a Dios, nosotros somos la elite. A nosotros nos llaman y son pocas las veces que nos comparan. No somos lo mismo. No cantamos vainas de pistolas y te voy a matar, y que sino... Es otro tipo de público, la relación es más de caché, más fino.

El ambiente del encuentro es muy distinto esta ocasión. Renato y Ness se dan cita todas las semanas en la Sociedad de Autores, donde debaten, planean y comparten sobre música. Apache ya tiene 42 y Renato cumplió 50 hace un tiempo.

–¿Qué diferencias hay con el ’antes’ y el ’ahora’?

–En esos tiempos, nosotros pensábamos más bien en concientizar a la gente, cosa que hoy en día no –responde Apache Ness o Ernesto–. Yo siempre he dicho que el tipo de m úsica que hacíamos nosotros dura toda una eternidad, el mejor ejemplo soy yo; 30 años cantando, y te puedo cantar un disco de cuando empecé y la gente se sabe la letra. Los artistas de hoy, duran tres meses y desaparecen, vuelven de vez en cuando, cuando se acuerdan, los ponen. La diferencia es esa, el contenido de antes era más social, y el ahora comercial. Piensan: ’La pegué, me meto un par de billetes en el bolsillo, y voy a por otra’. Pero eso pasa porque no componen sus propias canciones.

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