Un camino con desventajas

Actualizado
  • 08/03/2013 01:00
Creado
  • 08/03/2013 01:00
PANAMÁ. Ser mujer, especialmente en países en vías de desarrollo, es complicado. Es una lucha constante contra la discriminación y los e...

PANAMÁ. Ser mujer, especialmente en países en vías de desarrollo, es complicado. Es una lucha constante contra la discriminación y los estereotipos, una batalla que libramos todos los días por destacar en una sociedad bastante machista.

Esa es la realidad que afrontan, desde que nacen, las niñas y adolescentes de América Latina —considerada zona roja de violencia contra las mujeres—. Desde sus primeros años de vida, las niñas, especialmente las de zonas marginadas, se debaten entre una serie de barreras que le impiden muchas veces llegar a culminar sus estudios y así forjarse un mejor futuro.

A esta conclusión llegó Plan Internacional. Esta organización no gubernamental realizó un estudio en la región, a propósito del Día Internacional de la Mujer, en donde identificó cuáles son los principales obstáculos que enfrentan las niñas y adolescentes en su camino hacia el desarrollo pleno.

La investigación, llamada ‘Por ser niña’, concluyó que situaciones como el embarazo adolescente, la violencia doméstica y sexual, así como la carencia de educación, son las mayores barreras que deben vencer.

El estudio —realizado a lo largo de un año— enfatiza en la situación de las niñas de zonas rurales y urbanas marginales, y que pertenecen a grupos étnicos minoritarios, como indígenas y afrodescendientes.

Los especialistas llegaron a la conclusión de que la edad y el género hacen que las niñas sean blanco de doble discriminación que no les permite acceder a oportunidades y beneficios, especialmente una educación de calidad. Cuando a estos casos se les agrega algún tipo de discapacidad, la situación es peor.

Según el informe, una de las principales causas de la deserción escolar es la necesidad de ocuparse de los quehaceres del hogar, lo que hace que desde muy temprano las infantes se ocupen de las tareas del hogar y descuiden sus estudios. Aunado a eso se encuentra la violencia doméstica y sexual. (Según la CEPAL en cada país de América Latina, aproximadamente entre el 20% y 30% de las mujeres son víctimas de violencia). Y de embarazos precoces.

LAS CIFRAS EN PANAMÁ

La realidad que se plasma en el informe de Plan, es la misma que se vive en Panamá. En 2011 el 25% de los jóvenes entre 15 y 19 años abandonaron el sistema escolar. El 45% de las jóvenes de entre 15 y 17 años de los hogares más pobres del país no asisten a la escuela.

Aunque la exlegisladora Teresita Yanis de Arias considera que los gobiernos han logrado importantes avances para reducir la discriminación contra la mujer (niñas y adolescentes), dice que ‘aún hay mucho por hacer.

Yanis de Arias sostiene que la mayoría de las barreras que enumera el informe se presentan en zonas indígenas, donde las niñas son obligadas a iniciar desde muy temprana edad una vida familiar, en las familias que viven en pobreza o pobreza extrema, las jóvenes son más vulnerables. ‘En Panamá se ha tratado el tema de los embarazos en adolescentes, pero no hemos abarcado el problema en su totalidad’. Y si logran sobrevivir a la violencia o a un embarazo, queda la lucha por la equidad salarial.

El Estado ha implementado programas como la beca universal, el bono escolar, así como mochilas y útiles escolares para minimizar la deserción escolar. En la región más de 100 millones de niñas sufren rezagos en sus oportunidades de desarrollo futuro por ser jóvenes y por ser mujeres.

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