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- 24/10/2013 02:00
PANAMÁ. A pesar de que el presidente Ricardo Martinelli anunció ayer el veto parcial del proyecto de ley 658 que crea la empresa para la Cadena de Frío, la iniciativa sigue construyéndose en un camino de dudas, desconfianza y suspicacia.
En la tarde de ayer, el proyecto de ley 658 fue devuelto a la Asamblea Nacional. La norma autoriza la creación de la empresa Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, S.A. Pero los productores insisten en que todavía se esconden otros intereses.
El productor Maximino Díaz, en una entrevista brindada ayer a la emisora Radio Panamá, reveló un dato que aparentemente constituye la génesis de la desconfianza entre los agricultores.
Según la hipótesis de Díaz, en Panamá solo hay cuatro empresas de supermercado que no tienen cadena de frío. Estas son las tiendas de ‘los chinitos’, el Xtra, El Machetazo y el Súper 99. Estos supermercados no solo reciben el producto agrícola directo del campo, también heredan el impacto de la merma, una pérdida en efecto cascada que al momento de la liquidación o cancelación de la venta se recarga a los productores.
Y es aquí donde entran en escena las especulaciones. Se rumoraba que los supermercados que no tienen cadena de frío estarían interesados en comprar ese 49% de las acciones para albergar sus productos agrícolas nacionales y extranjeros.
EL NUEVO ACTOR
En este renglón entraría un nuevo personaje que enreda todavía más la historia de una promesa electoral que no se concretiza: los productos importados.
Esta ha sido la hipótesis del presidente del Frente Pro Rescate del Sector Agropecuario de la Cámara de Comercio e Industrias de Chiriquí, Víctor Watts. ‘La Cadena de Frío se hizo para proteger las importaciones. ¡Esto no tiene otra explicación!’.
El veterano productor chiricano alega que al menos en esta región la producción va en picada y por ende lo que se avecina es un desabastecimiento de los rubros.
Su planteamiento lo sustenta en cifras: en los últimos 9 años, se han dejado de cultivar 73 mil 146 hectáreas. Los rubros que más han caído son el arroz y la cebolla.
Por esta razón dice no entender para qué fueron creadas estas superinfraestructuras, cuando primordialmente se debe dirigir la mirada hacia el sector agro, que se traduce en más apoyo al productor.
La hipótesis de Watts no está muy alejada de la realidad. La misma ley que crea la Cadena de Frío, la número 28 del 8 de junio de 2010 señala en su artículo 3 que: ‘el Sistema de la Cadena de Frío estará dirigido primordialmente para el uso de productores nacionales. Sin embargo, el Comité Asesor podrá autorizar la utilización del Sistema para productos importados en caso de ser necesario’.
¿CAMBIO DE NORTE?
Ante las críticas, el secretario de la Cadena de Frío, Fernando Duque, se escuda. Aunque admite no tener experiencia en el ramo agrícola, pues fue a partir de su designación que comenzó a conocer del tema, respeta la decisión del mandatario de no vender el 49% de las acciones de la empresa.
‘Se ha tomado una decisión que va en contra de la visión que teníamos’, afirma el secretario de la Cadena de Frío, quien lamenta que no se le brinde participación a particulares para que participen del proyecto en aras de garantizar la sostenibilidad del proyecto a futuro.
Es que precisamente la apuesta de la Secretaría de la Cadena de Frío era que el Estado aportaría todas las herramientas para impulsar el proyecto agrícola, pero con la proyección de que se contara con la participación de la empresa privada para garantizar su correcto manejo y sostenibilidad.
Ahora todo cambia. Como el 100% de las acciones serán propiedad del Estado, solo podrá darse en concesión otros aspectos operacionales como la seguridad y el manejo de la basura.
En medio de esta metamorfosis, el secretario de la Cadena de Frío revela otro dato que le inquieta: el futuro económico del proyecto.
Una vez realizadas las modificaciones a la Ley, esta dependencia adscrita a la Presidencia de la República presentará un estudio financiero al Ministerio de Economía y Finanzas. Lo que se busca es que se destine un fondo especial para garantizar la sostenibilidad del proyecto y que comience a andar en enero de 2014.
Tal parece que el futuro a largo plazo la gran Cadena de Frío aún está por definirse. Mientras que la desconfianza y las especulaciones sobre este monumental proyecto pululan en el sector agrícola del país. Aún hay muchas preguntas sin respuestas.