La 4 de Julio como frontera canalera

Actualizado
  • 16/08/2014 02:00
Creado
  • 16/08/2014 02:00
La vía, que luego cambió el nombre a avenida de Los Mártires, fue una zona limítrofe de mucho auge.

Viejos edificios de tres, cuatro y cinco plantas guardan gran parte de la historia de la avenida de Los Mártires.

Con la firma del Tratado Hay-Bunau Varilla, en 1903, Panamá había cedido a Estados Unidos una franja de 10 millas de ancho sobre la cual se construiría el Canal de Panamá: la llamada Zona del Canal.

Al establecerse en 1914 la Convención de Límites de la Zona del Canal, la ciudad de Panamá quedó restringida.

La calle detrás del Instituto Nacional se convirtió en el límite, establecido claramente con una cerca de alambre de ciclón, vigilada por la policía zoneíta, que limitaba el ingreso de los panameños.

En unas reflexiones, el doctor Eduardo Flores expresa que como respuesta a las demandas de soberanía de los panameños, Estados Unidos levantó esta alambrada a lo largo de la entonces llamada Avenida 4 de Julio.

Reymundo Gurdián, profesor de historia, dice que este hecho generó muchos conflictos, especialmente cuando, después de la inauguración del Canal en 1914, el territorio zoneíta empezó a ser poblado por civiles y militares estadounidenses.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la población de la Zona del Canal creció, alcanzando más de 70 mil zoneítas.

El historiador indica que los soldados que venían de la guerra hicieron prosperar los locales comerciales de la 4 de Julio, convirtiéndola prácticamente, en una zona de bares, cantinas y clubes nocturnos.

Para los años 40, 50, 60 y principios de los 70, la vida económica del país giraba en torno a esa área cercana a la AvenidaCentral.

Así, se popularizaron bares como el Ancon Inn; restaurantes como la pizzería Napoli; la tienda por departamentos Gran Morrison y hasta algunas farmacias. ‘Era una zona muy dinámica económicamente’, recuerda Gurdián.

Los norteamericanos entraban a la ciudad de Panamá, compraban en las tiendas y acudían a los bares.

Para Dorindo Cortez, profesor de historia, fue un sitio de convergencia, donde compartían y se conocían norteamericanos y panameños.

‘Allí pudieron construirse cientos de amistades entre norteamericanos y panameños’, considera.

El historiador manifiesta que esta avenida rememora los encuentros entre dos nacionalidades y dos culturas diferentes.

Pero no todo fue positivo. La Avenida sufrió también con derramamientos de sangre.

Fue el camino seguido por los jóvenes que exigieron la soberanía durante el 9 de enero de 1964. En ‘esa pisada, los jóvenes estamparon un recuerdo importante para la historia de este país’, explica.

También ‘en esta avenida cayeron las bombas y balas del agresor’, cuenta.

Cortez indica que la Avenida 4 de Julio es un punto de referencia que permite entender la historia del Canal y la de Panamá.

‘Fue un punto de encuentro, pero también un lugar donde se desarrollaron protestas por la soberanía del pueblo panameño’, dice.

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