Ngäbes vuelven al área de Barro Blanco

Actualizado
  • 17/01/2015 01:00
Creado
  • 17/01/2015 01:00
Los indígenas se mantienen apostados en las áreas que rodean el proyecto hidroeléctrico que construye la empresa Genisa

Unos 2 mil indígenas de la comarca Ngäbe Buglé han bajado de las montañas y se encuentran atrincherados desde ayer viernes en el área donde se construye el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, sobre el río Tabasará.

Los indígenas denuncian una supuesta trama entre los diputados de la comarca, autoridades gubernamentales y la empresa Generadora del Istmo, S.A. (Genisa) para culminar la obra en contra de sus deseos.

‘Niños y adultos procedentes de diferentes regiones de la comarca se han apostado en las cercanías del proyecto hidroeléctrico para rechazar las negociaciones’, dijo Ricardo Miranda, vocero del Movimiento 10 de Abril (M-10).

Los indígenas insisten en que el proyecto sea cancelado y se respeten los derechos humanos de su pueblo ngäbe.

El M-10 solicita la presencia del presidente Juan Carlos Varela para que ayude a buscar una solución al conflicto.

Los indígenas se han opuesto al proyecto desde su inicio, a principio de la década del 2000. En el 2011 se enfrentaron a los antimotines para exigir que no se construyera el proyecto hidroeléctrico dentro del área comarcal. Como consecuencia de los enfrentamientos, hubo 2 muertos y centenares de heridos.

Miranda aseguró que en caso de que el gobierno no atienda la solicitud de cancelar el proyecto, más indígenas continuarán llegando.

PIDEN PRESENCIA DE VARELA

Durante una reciente visita a la provincia de Chiriquí, el presidente Juan Carlos Varela dijo que enviaría una comisión especial para dialogar con los indígenas y conocer de cerca sus inquietudes.

Sin embargo, hasta horas de la tarde de ayer ninguna autoridad gubernamental se había presentado en la zona, a pesar de que los indígenas lo esperaban, informó Adelaida Miranda, dirigente indígena.

Miranda explicó que la presencia de los indígenas en el área del proyecto es una iniciativa del M-10, en conjunto con creyentes de la religión mamatata, procedentes de las tres regiones comarcales.

A pesar de que el proyecto se construye fuera del área comarcal, las inundaciones dejarán bajo el agua seis hectáreas de las tierras indígenas. Así lo confirmó un informe perital del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tras los conflictos del 2011.

Las tierras que serán inundadas son parte de la comunidad cultural de Kiad, sede oficial del sistema de lecto-escritura del idioma ngäbe, de gran valor emocional para los pueblos originarios.

En esta área se concentra también la mayor población de los creyentes de la religión mamatata.

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