- 08/03/2015 01:00
Son las 3:20 p.m. Los estacionamientos del Palacio Justo Arosemena están llenos de unidades móviles. Sin embargo, no hay nadie en el palco de prensa del pleno de la Asamblea. Y es que hoy, miércoles 4 de marzo, toda la atención está en el Salón Azul, donde se debía realizar la audiencia a Alejandro Moncada Luna, pero esa es otra historia.
Aparte de los funcionarios, pareciera que no hay un solo diputado en el pleno y que el único que observa, desde lo alto, es Carlos A. Mendoza, cuyo cuadro cuelga desde una de las paredes laterales del pleno. Nadie se da cuenta de que el retrato está inclinado.
Tras una segunda mirada, veo dos sillas ocupadas, se trata de Ana Matilde Gómez y Daniel Ramos, suplente de Néstor Guardia.
Pregunto si ya viene el segundo llamado. ‘No se ha hecho ninguno, el primero va a ser a las 3:30 p.m., y el segundo a las 4’, me contesta un camarógrafo.
De repente, a las 3:27 p.m., empiezan a aparecer los diputados. Raudos, se van acomodando en sus curules. Dejan sus cosas y comienzan a pulular por el pleno, conversando entre sí. Tres minutos después, aparece el presidente del legislativo, Adolfo Valderrama. Inmediatamente, le solicita a Anelys Bernal, subsecretaria de la Asamblea, que pase lista para verificar si hay quórum. Franz Wever, secretario de este órgano del Estado, aparecería poco después.
Mientras revisan la asistencia, los diputados se saludan y chacotean. Elías Castillo, el ‘honorable’ con más años en el Palacio Justo Arosemena, se acerca a Valderrama para conversar con él. Abajo, entre las curules, la exprocuradora, Gómez, saluda con efusividad a José Luis ‘Popi’ Varela, quien acaba de llegar.
A la mitad de la toma de asistencia, aparece Katleen Levy, quien, tras dejar su cartera en su puesto, se sienta a conversar con Ana Matilde. Ambas son juezas de garantías en el caso contra Moncada Luna. Zulay Rodríguez, quien completa la tercia, aún no ha llegado.
Al final, indica la subsecretaria Bernal, hay 24 presentes. ‘Quórum deliberativo’, explica Valderrama. Así, inicia a la sesión a las 3:37 p.m.
ARRANCA LA SESIÓN
Mientras se da el paso a la lectura de la correspondencia, se ve ingresar a Crispiano Adames. Son muy pocos los anuncios que se hacen.
Se abre el periodo de incidencias. La primera, y única, en hablar es la diputada Gómez. Su participación es para referirse al Doing Business Index , un estudio que hizo el Banco Mundial para analizar las facilidades que dan los países para que los empresarios puedan hacer negocios. Comenta Gómez que Panamá sale en un buen puesto; sin embargo, critica que esas ventajas no se ven en la realidad del país. Mientras da un emotivo discurso sobre la pobreza y la desigualdad social, el resto de sus colegas conversan, chatean en sus celulares y caminan de allá para acá dentro del pleno.
Un cuarto de hora después de iniciada la sesión, se ve llegar a José Muñoz. Tras él, aparece Carlos Santana.
Ya ha iniciado el tercer debate del proyecto 126, ‘que modifica artículos de la Ley 45 de 1995 relativos al impuesto selectivo al consumo de bebidas alcohólicas’.
Al momento de brindar la palabra a los diputados, nadie solicita el derecho a expresarse. Inmediatamente, leen los artículos del proyecto y Valderrama pregunta si todos están de acuerdo con aprobar, en tercer debate, el proyecto de ley. Se escucha un estruendo, son los diputados golpeando sus curules. Eso significa que están de acuerdo con la aprobación de los artículos y que el texto sea ley de la República.
A la vez que Valderrama pide el documento para firmarlo, Gómez se voltea hacia donde está la bancada del PRD y, sin encender el micrófono, les dice algunas cosas, evidentemente molesta. El presidente del legislativo trata de calmarla y, con clara ironía, le dice algo que, desafortunadamente, no logro escuchar.
Gómez, al ver que ya es en vano toda protesta, prefiere callar. Valderrama firma el documento y se pone de pie para posar con la ley.
Mientras sucedía todo esto, fueron llegando más parlamentarios. A las 3:54 p.m., hay 43 curules ocupadas. Entre los que llegaron tarde estaban Iván Picota, Zulay Rodríguez, Luis Eduardo Quirós, Héctor Carrasquilla Javier Ortega, Mariela Vega y Noriel Salerno. El diputado del Molirena, al arribar, pasa frente a Wever y le hace una seña, con sus dedos imita una pistola que dispara. El secretario de la Asamblea responde al gesto y, señalando la lista de asistencia, le da a entender que todo está resuelto.
Solventado este punto, se empieza el segundo debate del proyecto de ley que ‘fomenta el turismo rural en las comarcas’. Quien lo expone es Juan Carlos Arango, secretario de la Comisión de Asuntos Indígenas.
El único diputado del Partido Popular en la Asamblea, explica la importancia del proyecto. En medio de su disertación, reclama, de manera muy sutil, la ausencia de varios de sus compañeros de comisión, entre esos, Aibán Velarde y Jaime Pedrol, presidente y vicepresidente de la comisión, respectivamente, así como de Crescencia Prado, del circuito 12-3, comarca Ngäbe-Buglé.
Luego del discurso de Arango, toma la palabra Héctor Valdés Carrasquilla. El que ocupa una curul por el circuito 8-6 destaca la importancia de darle luz verde a este proyecto, por los beneficios que le traerá a los pueblos indígenas. A pesar de la emoción que el otrora boxeador le impone a sus palabras, el resto de sus compañeros prefieren atender otros asuntos. Se les ve hablando entre sí o muy concentrados en las conversaciones que mantienen por mensaje de texto a través de celular.
Pareciera que, a la vez que se da la sesión, hay otras cosas en el ambiente. A José Luis Varela se le ha visto moverse de un lado a otro y es poco el tiempo que se ha quedado quieto en su curul. Conversa con unos, conversa con otros, chatea, se acerca a Adolfo Valderrama, intercambia comentarios con él, y así.
De repente, Katleen Levy se levanta de su puesto y regresa al lado de Ana Matilde Gómez. Están dialogando cuando, intempestivamente, Levy retorna a su curul; pero es solo por un momento, pues ha ido, solamente, a tomar su cartera. En el camino saluda a un par de diputados, a uno, el suplente de Noriel Salerno, en un gesto de cariño, le acaricia la calva cuando pasa a su lado.
Levy decide sentarse en la curul de Luis Eduardo Quirós para conversar más cómodamente con la única diputada que llegó a la Asamblea sin la ayuda de un partido.
Quirós, en ese momento, se encontraba conversando con Zulay Rodríguez, justo frente al podio donde se ubica el presidente Valderrama.
Tras intercambiar algunas frases con Gómez, la presidenta de la subcomisión de garantías se acerca a Quirós y Rodríguez para decirles algo, luego, sube al podio donde está Valderrama y conversa con él. A la vez que todo esto sucede, Valdés Carrasquilla sigue hablando de la necesidad de fomentar el turismo indígena y que, en la aprobación de este proyecto, las cosas no se deben ver con un enfoque partidista, sino de Nación. Simultáneo a los movimientos de la diputada del 8-10, José Luis Varela y Pedro Miguel González, fiscal en el proceso que se le lleva a Alejandro Moncada Luna, salen por una de las puertas laterales.
Athenas Athanasiadis ingresa al pleno. Son las 4:18 p.m., ya van 41 minutos de sesión.
Un sorprendido Felipe Vargas –cuando Adolfo Valderrama lo anuncia, el perredista del 5-1 solo atina a preguntar en voz alta, ‘¿yo?’, como si se tratara de otro Felipe Vargas–, recibe el derecho a la palabra y expresa su punto de vista sobre el proyecto de ley.
Vargas corre con mejor suerte que Valdés Carrasquilla, ya que, en medio de su discurso, la algarabía y el desorden de todos los diputados que conversaban entre sí, o que caminaban entre curul y curul, cesa, repentinamente. No es que estén más atentos; pero, por lo menos, la mayoría de los 49 diputados en el pleno, están en sus puestos.
Hace media hora, aproximadamente, que Pedro Miguel González Vernaza y José Luis Varela salieron del pleno. Aún no han vuelto, y ya son las 4:25 p.m. ¿Qué tanto tendrán que hablar? Cinco minutos más tarde, ambos diputados regresan. En ese momento en que ambos regresan a sus curules, Adolfo Valderrama decreta un receso.
RECESO
La relativa calma que había en la zona de curules se deshace. Los diputados se levantan, conversan, y se divierten a viva voz, como niños de escuela en hora del recreo. El receso es aprovechado por varios diputados para retirarse del pleno.
Unos periodistas, desde el palco, le piden a José Luis Varela que suba al área de prensa para tomarle algunas declaraciones. El hermano del presidente solo se ríe y les dice que él no va a hablar del caso Moncada Luna. Un periodista le comenta que no hablarán de eso; sino de la aprobación al proyecto de ley del impuesto al alcohol. ‘Yo no participo en eso’, contesta el panameñista antes de salir del pleno, nuevamente.
Los periodistas, decepcionados, conversan sobre el caso Moncada Luna, un encargado de prensa de uno de los diputados, familia de un abogado que estuvo involucrado en la etapa inicial del caso, comenta que a ‘Moncada Luna lo van a mandar al Renacer’.
Observo quiénes siguen en el pleno, y me doy cuenta de que, además de Varela Rodríguez, el presidente del Legislativo, Valderrama, el fiscal González y las juezas de garantías Levy y Rodríguez, han salido, discretamente, por las puertas laterales.
Ocho minutos después de decretado el receso, 4:38 p.m., Adolfo Valderrama regresa a su puesto. Unos segundos después, Ana Matilde Gómez se levanta de su curul y se dirige hacia él. Mientras se coloca a su lado, la exprocuradora se asegura, con un sutil movimiento, de alejar el micrófono de Valderrama para que no recoja nada de lo que conversan. Están en eso cuando Zulay Rodríguez, desde abajo, le dice algo a Valderrama.
Rodríguez y Gómez Ruiloba ni siquiera se miran. No es un secreto la relación tirante entre ambas. Tras unas cuantas palabras entre la perredista y el presidente, la exjueza suplente se dirige a su silla.
Con tanto movimiento, pasa desapercibida la llegada tardía de varios diputados como Fernando Carrillo o Diego Lombana, suplente de Sergio Gálvez. Un pequeño grupo de diputados, la mayoría suplentes, aprovechando el receso, están enfrascados en un acalorado debate en el área de asesoría legal, ya que hay algunos artículos de la ley que impulsa el turismo en las áreas indígenas que no les quedan claros. No son más de ocho ‘honorables’.
José Luis Varela sigue chateando, ahora está ubicado en la silla del segundo vicepresidente. Se para, se vuelve a sentar y se pone de pie, otra vez.
En el área de prensa, varios diputados han subido a dar declaraciones, entre esos Crispiano Adames, Javier Ortega, Adolfo Valderrama y Zulay Rodríguez. La perredista coincide con Valderrama en las escaleras. En tono de chacota, la diputada le dice al panameñista que hable del caso Moncada Luna, ya que ella no lo puede hacer.
–Yo no tengo vela en ese entierro– asegura Valderrama.
–Tú eres el que manda, tienes vela en todos los entierros– le dice Rodríguez al diputado presidente, entre risas.
Valderrama, con una pizca de humor, le comenta a un periodista que está a su lado: ‘Las que mandan aquí son las juezas’.
REINICIA LA SESIÓN
56 minutos después de decretado, a las 5:26 p.m., termina el receso. Se sigue discutiendo el proyecto de ley ‘que establece el turismo rural en las comarcas, tierras colectivas y áreas anexas a nivel nacional’. Aunque los diputados siguen chateando, conversando o caminando por los pasillos del pleno mientras se leen las modificaciones al proyecto de ley, durante la votación, prácticamente, todos golpean su curul. Los que no lo hacen, más que por estar en contra, de la impresión de que no estrellan su mano contra su pupitre por no estar pendientes de lo que pasa a su alrededor. Un caso así es el de Ana Matilde Gómez, quien desiste de golpear en señal de aprobación, luego de que, varias veces, su palmada callera a destiempo por estar intercambiando mensajes a través del celular.
Con el proyecto de ley 83 aprobado en segundo debate, Crispiano Adames solicita que se haga un cambio en el orden del día. La propuesta del perredista es apoyada y se hacen las modificaciones necesarias.
Mientras esto pasa, José Luis Varela ha seguido cual trompo. Ahora, en vez de sentarse en su curul, ha ocupado varios puestos de la fila de invitados. De repente, intercambia algunas palabras, otra vez, con Pedro Miguel González, quien, un rato antes, había tenido un largo diálogo con Ana Matilde Gómez y Katleen Levy.
Un periodista que está en el palco, nota esto y comenta: ‘Popi es el puente’. Cuando le pregunto a qué se refiere, prefiere no ahondar.
Mientras Crispiano Adames expone la importancia de una ‘Semana de la Seguridad Social’, parte de la bancada del CD se reúne y comienza a hablar. Para evitar intromisiones, forman un círculo cerrado. En el otro extremo del pleno, se observa que hay mucho movimiento en la bancada del PRD, ya que, casi todos los diputados de este partido están de pie.
Luego de que el presidente de la Comisión de Salud expusiera los porqués de la ley que presenta, y ante la falta de algún otro diputado que quiera indicar algo sobre el proyecto, se pasa a la votación. Este proceso es muy similar al del proyecto anterior. Solo hay que escuchar que Franz Wever pregunte si se aprueba dicho artículo para que los diputados golpeen su escritorio.
A algunos, como Javier Ortega, la hora de dar las palmadas los agarra lejos de su curul y, con tal de manifestar su aprobación, golpean el pupitre que tengan más cercano. Al final, sin mayor inconveniente, la ‘Semana de la Salud Social’ pasa al tercer debate.
Ahora, se anuncia que el siguiente punto será el segundo debate sobre la ley de carrera diplomática. Este debate sigue la misma tónica que los anteriores: Mientras algún diputado expone, el resto atiende otros asuntos.
En la bancada del CD, Fernando Carrillo, jefe de este grupo, ha reunido a varios de sus copartidarios y comentan algo. Una del grupo, Dana Castañeda, sale del círculo y se va a donde Valderrama, una vez Zulay Rodríguez ha regresado al área PRD.
La del circuito 2-3 está hablando con el panameñista cuando Carrillo la llama y se la lleva a una esquina a conversar. Tras el intercambio entre los cedés, Dana Castañeda regresa a hablar con Valderrama.
Wever le tiene que avisar que ha terminado la lectura de los artículos del proyecto de ley 124, porque estaba distraido conversando con varios diputados. Al final, los ‘honorables’ le dan el visto bueno al texto que pasa a tercer debate.
FIN DE LA SESIÓN
Son las 6:05 p.m. Elías Castillo– aunque había habilitado a su suplente, José Dutary– regresó al pleno durante el receso. El diputado por el 8-8 solicita la palabra para pedir que le den oportunidad de recolectar firmas para presentar, a través de Secretaría, un proyecto de ley que busca modificar que los diputados votan en ciertas circunstancias. Quiere que, en algunos momentos, la votación sea nominal.
Adolfo Valderrama comenta que decretará un receso para que Castillo consiga las firmas. Tres minutos después, decide, mejor, decretar que la sesión se reanudará hasta el día siguiente.
Han pasado 2 horas y media desde que inició la sesión. En ese lapso, además de un receso de casi una hora, los diputados aprobaron una ley y pasaron tres proyectos a tercer debate. Nadie puede negar que no hay productividad total en el Palacio Justo Arosemena.
Antes de que todos los diputados salgan, Adolfo Valderrama avisa que la sesión del día siguiente será a la 1 p.m. Tras el mensaje del presidente, la gran mayoría de los diputados, cual escolares ansiosos al escuchar el timbre de la salida, van abandonando el pleno. ¿Cómo no querer descansar después de tanto trabajo?
Intento abordar a varios diputados, antes de que se retiren, lograr robarle unas declaraciones; pero ninguno accede. Al ver que nadie más subirá, yo, también me retiro.
Mientras salgo, lo único que me viene a la mente es aquel pasaje bíblico: ‘No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que Él hace, eso también hace el Hijo igualmente’.
No sé si reír o llorar. Con estos padres, ¿qué podremos esperar de la patria?