Muere Noriega, general y creador de las Fuerzas de Defensa, a los 83 años

Actualizado
  • 30/05/2017 08:54
Creado
  • 30/05/2017 08:54
Al concluir su vida, termina finalmente la impronta del militarismo en la historia panameña

Tras una larga agonía, anoche, cerca de las 11:00 de la noche falleció en el Hospital Santo Tomás, el ex general Manuel Antonio Noriega Moreno, a los 83 años de edad.

Noriega, quien había sido dispensado de su reclusión en la prisión de El Renacer, en Gamboa, había ingresado al citado nosocomio para ser sometido a una intervención quirúrgica en el cerebro, con el fin de extirparle un tumor benigno que se le había formado. Sin embargo, tras una operación exitosa surgieron complicaciones postoperatorias y fiebre que obligaron a los cirujanos a ponerlo en coma inducido.

Sin embargo, al cabo de varios días, el viejo militar empezó a sufrir molestias respiratorias que requirieron se le practicara una traqueotomía, para facilitar el acceso del oxígeno a sus pulmones. Pero allí no pararon los contratiempos que se le presentaron. Luego le sobrevino una inflamación del páncreas que agravó su condición.

Al que sus familiares y amigos llamaron Tony y otros, Criollo del Terraplén, había nacido un 11 de febrero de 1934, en el corregimiento de Calidonia, pero su infancia la pasó en ese sector costanero del corregimiento de Santa Ana, donde atracaban las embarcaciones que iban y venían a las islas del golfo de Panamá y Darién.

Estudió el bachillerato en Ciencias en el Instituto Nacional, y luego partió a Lima, Perú, para estudiar milicia en la Escuela Militar de Chorrillos, de donde egresaría con el grado de alférez, en 1962. Ingresa ese año a la Guardia Nacional y es designado a servir en la provincia de Colón. Ese mismo año recibe su galón de subteniente. Luego en 1966, asciende a teniente y tres años después, en enero de 1969 a capitán. Su meteórica carrera revela que el 22 de octubre recibe el mayorazgo y para agosto de 1970, ya ostentaba las dos estrellas de teniente coronel.Tras la jubilación del general Rubén Darío Paredes, en 1982, Noriega le sucede con el rango de coronel el 19 de abril de 1982, y finalmente, el 31 de julio de 1983, a tres años de la muerte de su mentor, OmarTorrijos Herrera, lo emula ascendiendose a general de brigada. Pero Noriega no se conformaría con ello y el 29 de septiembre, a solo dos meses de su último ascenso, se erige como general de fuerzas para lucir cuatro estrellas sobre sus hombros.

La trayectoria del hombre fuerte de Panamá no fue un dechado de virtudes y de nobleza militar. Noriega, tras lograr deshacerse de los compañeros de armas que pudieran bloquear su ascenso, busca también aprender más del oficio de espía que le apasionó en su vida.

Se une a la Agencia Central de Inteligencia y vende información no solo a los Estados Unidos, sino también al gobierno cubano y a los Carteles de la droga colombiana.

Dado que su vocación no se identifica con el idealismo de Torrijos, gira para constituir un ejército profesional y bien equipado. Ellas serían las Fuerzas de Defensa de Panamá, creada bajo el ardid de defender la soberanía nacional y el libre tránsito de la vía acuática, con su cantera de oficiales, el Instituto Militar Tomás Herrera. Corría 1983.

Frente al malestar de los mandos de Washington, motivado por su creciente relación con los carteles colombianos de la droga, Noriega crea el fantasma de la guerra de baja intensidad en contra de Panamá y su soberanía. Durante esta etapa debe enfrentarse a una ola de acontecimientos nefastos que minan su deteriorada imagen, siendo el más grave el asesinato atroz del médico guerrillero Hugo Spadafora Franco.

Al cabo de tres años, el hombre fuerte de Panamá logra sortear dos intentos de golpe militar, uno en marzo de 1988, cuando el coronel Leonidas Macías, con un grupo de oficiales trata de deponerlo sin éxito. Luego, el 3 de octubre de 1989, su compadre y padrino, el mayor Moisés Giroldi, jefe de su guardia pretoriana, logra reducirlo a rendición, pero luego su captor cede a su astuto razonamiento y se entrega para ser posteriormente ejecutado con otros 12 compañeros.

El colofón de su trayectoria lo marca el 20 de diciembre de 1989, cuando desencadena la invasión estadounidense Operación Causa Justa, la cual deja huellas imborrables en la nacionalidad mancillada, con saldo de cientos de muertos, heridos y pérdidas millonarias. El cruento sacrificio revierte en la vuelta a la democracia y la captura del  general de fuerzas por los marines y su entrega a la justicia norteamericana.

Al ex general Manuel Antonio Noriega Moreno le sobreviven sus hijas Lorena, Sandra y Thays.
El paradero de su esposa, Felicidad Sieiro, se desconoce en la actualidad.    
¡Paz a su alma!

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