Por una ciudad que genere bienestar económico y social

Actualizado
  • 12/01/2019 01:00
Creado
  • 12/01/2019 01:00
Para el planificador urbano Álvaro Uribe, las normas en temas de urbanismo tratan de producir un ambiente urbano de calidad, para poder satisfacer el deseo universal de vivir bien

En una entrevista con La Estrella de Panamá , el arquitecto Álvaro Uribe afirmó que la creación de la Ley 6 que reglamenta el ordenamiento territorial para el desarrollo urbano no ha podido del todo remediar las irregularidades que se presentan. Sin embargo, apuntó que desde su sanción esta norma ha significado un gran paso porque trajo al debate público el tema urbano, que antes era solo un ‘asunto de especialistas'.

¿CUÁLES FUERON LOS CAMBIOS DE ZONIFICACIÓN QUE SE PERMITIERON EN LAS PASADAS ADMINISTRACIONES QUE PROVOCARON CAMBIOS SIGNIFICATIVOS EN MATERIA DE INFRAESTRUCTURA Y VIVIENDA?

El más importante fue el que se dio en 1978 porque modificó varias cosas a la vez: la densidad, que de un tope de 1,000 personas por hectárea pasó a 1,500; la altura máxima, que se determinaba por el ancho de la calle, quedó en función de la densidad (que subió) y el área construida —edificabilidad—, que tenía un límite de 2.5 veces al área del lote, fue eliminada.

LUEGO DE MODIFICAR LA LEY 6, QUE REGLAMENTA EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL PARA EL DESARROLLO URBANO, ¿SE HA PODIDO REMEDIAR LAS IRREGULARIDADES QUE SE PRESENTABAN DENTRO DE ESTE TEMA?

No del todo. Sin embargo, la creación de la Ley 6 fue un gran paso, porque trajo al debate público el tema urbano, que antes era solo cosa de especialistas.

¿ESTA LEY HA AYUDADO A MEJORAR DE ALGUNA MANERA LA PLANIFICACIÓN URBANA DE LA CIUDAD CAPITAL?

Sí, con limitaciones. Recordemos que esa ley fue producto de una demanda ante la Corte Suprema de Justicia, donde se demostró que la norma de altura según densidad no había sido derogada y que había que mantener la norma vigente —desde 1941—, de altura máxima en función del ancho de la calle, lo que dejaba a todos los edificios altos fuera de la ley. Esa situación forzó una revisión de la legislación urbana y permitió introducir el concepto de ordenamiento territorial, a través de la Ley 6 de 2006, que ha ido sacando a la planificación de la caverna a la que había sido relegada.

¿CONSIDERA QUE A FUTURO ES NECESARIA UNA MODIFICACIÓN LA LEY 14 DEL 2015, A TRAVÉS DE UNA LEY PARCIAL QUE TRATE EL TEMA DE USO DE LOTE DE MANERA MÁS COLECTIVA Y MENOS EN SENTIDO PARTICULAR?

No creo que haga falta. La Ley 14 de 2015 reforzó el concepto de zona y de zonificación por encima del lote y la lotificación, al ordenar que todo cambio debe ser integral y formar parte de un plan.

¿CÓMO SE VERÍAN AFECTADOS LOS PROMOTORES DE OBRAS AL NO ESTAR INVOLUCRADOS DENTRO DE LA JUNTA DE PLANIFICACIÓN MUNICIPAL (JPM)?

No hay que tenerle miedo a la planificación. La JPM no es enemiga de la promoción de obras. Se trata de observar las normas que valen para todos y no de aprovechar ventajas particulares que solo benefician a unos pocos. A todos nos conviene una ciudad que genere ganancias económicas y bienestar social.

¿QUÉ MÉTODO UTILIZAN HOY EN DÍA LAS AUTORIDADES PARA DETERMINAR LA ALTURA DE UN EDIFICIO, CUANDO ES SABIDO QUE CON ANTERIORIDAD SE HAN ABOLIDO TRES MÉTODOS DE USOS (ANCHO DE LA CARRETERA, DENSIDAD Y EDIFICABILIDAD 2.5)?

Todavía prevalece la noción de altura según la densidad. Sin embargo, el plan parcial para el polígono de influencia directa de la línea 1 del Metro (Miviot, 2013) rescata el concepto de coeficientes de edificabilidad que se usa prácticamente en todo el mundo y que nosotros abolimos desde los años 1970. Por su parte, el plan de ordenamiento de San Francisco (MUPA, 2018) establece tres tipos (gran altura, media y baja), según la zona residencial en que se zonificó el corregimiento. Creo que, eventualmente, recuperaremos los coeficientes de ocupación y edificabilidad, porque son los más racionales.

¿EXISTEN EN LA CAPITAL ÁREAS QUE SUFREN CONSTRUCCIONES QUE REBASAN LA CAPACIDAD DEL TERRENO?

No es tanto la capacidad del terreno, como la capacidad de la infraestructura de servicios que tiene el terreno: calles, drenajes y agua, que han sido superados en muchos barrios del centro y de la periferia (de ahí los tranques, las inundaciones y la falta de agua).

EN ENTREVISTAS PASADAS MENCIONA QUE HACE 40 AÑOS EL PROPÓSITO ERA ANIMAR EL DESARROLLO URBANO, PERO SE OLVIDÓ LA PLANIFICACIÓN. ¿CONSIDERA QUE HOY EN DÍA LOS PAPELES SE HAN INVERTIDO?

Sí, porque llegamos al límite. Hace 45 años el Instituto de Vivienda y Urbanismo (IVU) caracterizó muy bien el asunto —y sus limitaciones—: ‘Dado el auge en el campo de la construcción, el creciente valor de los terrenos urbanos y el alto costo de los servicios de infraestructura física (esta es la parte del negocio y la especulación), se hace necesario el promover una mejor y más intensa utilización de la tierra a fin de aminorar la desmedida expansión horizontal que se está llevando a cabo en toda el Área Metropolitana (esta es la parte de la teoría de la urbanización), siempre y cuando esto no conlleve a otros problemas tales como la congestión del tránsito, la sobrecarga de los sistemas sanitarios o la escasez de otros servicios públicos y comunales' (esta es la parte de la planificación). Hace medio siglo se previó lo que nos sucede hoy, pero se privilegió el negocio sobre la planificación. Ya no podemos seguir haciéndolo. Al fin de cuentas, se trata de producir un ambiente urbano de calidad, para que la gente lo disfrute y satisfaga el deseo universal de vivir bien. Entrar y salir del barrio se ha convertido en un drama cotidiano en Cerro Batea y en Villa Lucre, pero también en Punta Pacífica y Costa del Este y no hablemos de Panamá Oeste.

¿EL VALOR ECONÓMICO QUE EXISTE DE POR MEDIO PODRÍA SER UN FACTOR DE APROVECHAMIENTO SOBRE LAS DECISIONES DE ZONIFICACIÓN Y USO DEL SUELO AL ESTAR EN ÁREAS ESTRATÉGICAS?

Bueno, como se sabe, la tierra es el mejor negocio de la tierra. Por eso la localización y los servicios públicos son fundamentales y por eso es tan fácil caer en la especulación y en la tentación de hacer trampa, en vista de que los beneficios son extraordinarios.

EL CAOS QUE SE GENERA EN LAS CALLES YA NO ES PROTAGONISMO SOLO DEL CENTRO DE LA CIUDAD SINO DE OTROS PUNTOS. ¿SE HA CREADO LAS NORMAS Y CORRECTIVOS NECESARIOS PARA EVITAR UNA AGUDIZACIÓN DEL TEMA?

Todavía no, pero hay pasos firmes en esa dirección. La planificación a lo largo de los corredores de las líneas del Metro no se cuestiona, puesto que se trata de una gran obra de indiscutible beneficio colectivo. Esto abrió un espacio para realizar, con menos resistencia, un rescate del espacio público (aceras) a lo largo y más allá de los corredores del Metro y la elaboración de otros planes como el de San Francisco y el del resto del distrito por el municipio de Panamá. Esta lección del Metro la debemos extender a todo el ámbito urbano, puesto que la ciudad es una obra enorme de indiscutible beneficio colectivo. Su planificación también debe ser indiscutible.

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