Las advertencias del mundo

Actualizado
  • 07/03/2020 06:00
Creado
  • 07/03/2020 06:00
La pobreza se arraiga hasta en países ricos y el fenómeno lo explica la falta de planificación y de liderazgo lúcido en la conducción estatal. En la mayoría de los países la cruz de la miseria se soporta resignadamente, siempre en los límites de la explosión social.

La inseguridad se viene apoderando más y más de todas las naciones. Existe la inseguridad social como fruto de las inquietudes de los sistemas económicos, y se vive la inseguridad política producida por el extravío mental de hombres y de grupos que se aferran a los vicios del poder, al totalitarismo o a la violencia como medio de lucha.

Las advertencias del mundo

Todos los continentes son escenarios de una conmovedora violencia social. El crecimiento demográfico y la imprevisión son factores de la interminable queja de los pueblos pobres. La pobreza se arraiga hasta en países ricos y el fenómeno lo explica la falta de planificación y de liderazgo lúcido en la conducción estatal. En la mayoría de los países la cruz de la miseria se soporta resignadamente, siempre en los límites de la explosión social. El papel de los medios de comunicación es tan alarmante como preventivo, porque viene divulgando los cuadros críticos observados en algunos países europeos, africanos, asiáticos y americanos. Al informar sobre la vida acorralada de los pueblos con hambre, las sociedades que aún no han entrado en crisis semejantes, como la nuestra, están en el deber precautorio de fijar rumbos de austeridad y de organización enmarcados en una revisión estructural de la misma sociedad.

La increíble crisis social argentina acaba de ser justificada por su presidente: “En mi país –dijo– no falta comida, lo que falta es organización”. No se trata de una afirmación escapista o paradójica producto de la vanidad herida. Es una realidad que lleva a denunciar el fracaso de una clase dirigente.

En otros países, la violencia ha tomado y toma un carácter político tan desolador como antihumano. ¿Quién no se aterró con la crisis yugoslava? ¿Quién no fue solidario con el dolor de todas las víctimas? ¿De dónde salió el odio? ¿Cómo se pudo almacenar tanto rencor en las entrañas de ese país?

En España el terrorismo no reduce el diapasón de su locura. Las víctimas inocentes del terrorismo suman casi 850 españoles. Ayer, una bomba estalló en un sitio de España, sin causar víctimas, pero su potencia era tal que destruyó 85 automóviles. Es decir, no se limita la potencialidad destructora de las armas, lo que revela que los terroristas todavía actúan con muchas facilidades, a pesar de los notorios esfuerzos gubernamentales.

En el conflicto del Medio Oriente, la televisión a diario ofrece imágenes desgarradoras e intolerables que ofenden el sentimiento humano. ¿Por qué la humanidad permite que palestinos e israelíes se sigan desangrando? ¿No existe en el mundo una organización de paz que se apiade de esos pueblos? Existe un notorio despropósito entre el interés de las Naciones Unidas por el caso de Iraq y el desinterés por el quemante y conmovedor caso israelí-palestino. ¿Por qué? ¿Qué impide que ambos problemas se encaren con la misma urgencia? ¿Las grandes potencias solo se conmueven ante la propia sangre?

Otros pueblos siguen en sus sacudimientos crónicos. Colombia no encuentra el camino de la paz. Seguramente porque las partes en conflicto lo que quieren es la victoria. Lo que sí es verdad es que el pueblo colombiano anhela la paz y ya perdió todos los miedos. En estos días, en un pueblito colombiano secuestraron a dos paisanos muy queridos. El pueblo en masa penetró en el campo guerrillero y logró que las FARC los liberaran. Mientras tanto, el Gobierno colombiano no ha logrado concretar una política conocida que lo conduzca a la paz o a la victoria.

La violencia política se consolida en Venezuela. Las multitudes opositoras, con espectacular tenacidad, buscan salidas democráticas. Para que no se les acuse de golpistas lanzan el desafío del referendo. El pueblo debe decidir en febrero próximo si desea la continuidad de Chávez en el poder. Los desajustes políticos llegaron tan lejos, que hoy existen dos Venezuelas, como hubo ayer dos Españas. A Chávez lo deslegitimó su prepotencia y su ofensiva vena militarista. La vigencia constitucional o el imperio de la constitucionalidad, lamentablemente, ya no es parte de la solución, ahora es el problema.

En síntesis, se consolida la idea de que los pueblos pobres arrastran su vida sin protección institucional de carácter mundial y son víctimas de políticas económicas y sociales despiadadas.

La humanidad como que se ha acostumbrado ver morir como quien ve llover. Tanto es así, que más del 60% de las noticias están relacionadas con la violencia.

Estas sociedades carecen de organismos de paz más cerca de los hechos que de la retórica. De las recetas perfectas de los organismos internacionales y de los tecnócratas ¡líbranos, Señor! Mientras la violencia crece y se convierte cada día en la noticia del día, la caldera social se encuentra en tal punto de ebullición que las explosiones podrían tener efectos impredecibles.

Se impone, por tanto, un tratamiento previsor y democrático a toda efervescencia social. El mundo lo está advirtiendo.

(Artículo publicado originalmente el 7 de diciembre de 2002).

Carlos Iván Zuñiga Guardia
FICHA
Un vencedor en el campo de los ideales de libertad:
Nombre completo: Carlos Iván Zúñiga Guardia
Nacimiento: 1 de enero de 1926 Penonomé, Coclé
Fallecimiento: 14 de noviembre de 2008, ciudad de Panamá
Ocupación: Abogado, periodista, docente y político
Creencias religiosas: Católico
Viuda: Sydia Candanedo de Zúñiga
Resumen de su carrera: En 1947 empezó su vida política como un líder estudiantil que rechazó el acuerdo de bases Filós-Hines. Ocupó los cargos de ministro, diputado, presidente del Partido Acción Popular en 1981 y dirigente de la Cruzada Civilista Nacional. Fue reconocido por sus múltiples defensas penales y por su excelente oratoria. De 1991 a 1994 fue rector de la Universidad de Panamá. Ha recibido la Orden Manuel Amador Guerrero, la Justo Arosemena y la Orden del Sol de Perú.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus