Los retos del nuevo director de la Policía Nacional

La designación de Gabriel Isaías Medina Delgado como nuevo director general de la Policía Nacional generó reacciones, entre ellas, coincidieron y enumeraron los retos que deberá asumir el sucesor de Jorge Miranda Molina.

Para el exdirector de la Policía Nacional, Ebrahim Asvat "tiene que haber un director valiente con un presidente comprometido para que se den cambios o reformas en la Policía Nacional".

Según Asvat "varias administraciones de gobierno han querido complacer y estar en buenos términos pensando que la efectividad policial iba mejorar con el aumento de los salarios y ha resultado que eso no funciona así". 

Y añadió: "Ahora, tratar de rectificar va a requerir un director muy valiente que haga entender a toda la oficialidad y a la tropa que la institución requiere una reforma profunda. Eso se va lograr cuando tengas un presidente comprometido con esa reforma. No va a ser una labor fácil, va a ser una labor que va a tomar su tiempo, pero va a ser muy necesario".

En su opinión "la institución no puede continuar ascendiendo a oficiales a cargos en donde existe una cantidad enorme de comisionados y subcomisionados en relación con el número de unidades". 

"Así se denota que hay un abultamiento. Se les está ascendiendo con jugosos salarios en posiciones basadas en la antigüedad, sin tomar en consideración que para aspirar a un cargo superior se requiere preparación académica y profesional y de haber ejercido algunos cargos de mando, etc. Tener una disciplina, una capacidad física, son factores que se toman en cuenta y no todos entran", dijo Asvat.

A juicio del exdirector de la policía, "aquí todos los que cumplen ciertos años tienen la obligación de subir y ahora todo el mundo entiende que son los años los que te hacen subir no tu superación profesional, no tu experiencia, sus capacidades de liderazgo".

Y remató: "Ha habido deficiencias profesionales en el control de multitudes. Quizás hay demasiados policías haciendo rondas y no hay supervisión dentro de la policía. Estos son oficiales de escritorios que no salen a las calles y por eso ocurre eso. Esas son cosas que se pueden enmendar, pero la reforma es mucho más sustancial".

Por su parte, el escritor, consultor, educador y político Carlos Guevara Mann catalogó la designación como "pésima". 

El politólogo expresó: "Tenemos una policía militarizada, corrupta e ineficiente, penetrada por el crimen organizado".

Guevara Mann se refirió a la jefatura del hoy exdirector Miranda Molina, señalando que "durante su jefatura, la policía se ha vuelto más abusiva de los ciudadanos decentes y más permisiva frente a la criminalidad". 

Advirtió que "los organismos de seguridad actúan con la mayor impunidad, como lo demuestran las masacres en las cárceles e innumerables atropellos".

*Con información de Marlene Testa