Una cultura que lucha por ser reconocida

Actualizado
  • 08/05/2011 02:00
Creado
  • 08/05/2011 02:00
PANAMÁ. Del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001, Sudáfrica (el escenario histórico que llenó de vergüenza a la ‘Civilización Humana’...

PANAMÁ. Del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001, Sudáfrica (el escenario histórico que llenó de vergüenza a la ‘Civilización Humana’, debido al régimen segregacionista del Apartheid desmantelado finalmente, por la sangre y dignidad de miles de africanos, encarnados en la épica monumental de amor a la libertad, la justicia y la dignidad que protagonizo el primer presidente negro sudafricano, Nelson Mandela), se vistió de gala para suscribir ‘La Declaración Final de la Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia’ y hacer suya el compromiso del Plan de Acción de Durban para eliminar, de una vez por todas, estas formas opresión.

Representantes oficiales, de la sociedad civil y los movimientos sociales de 171 países de todos los continentes, así como, observadores de organizaciones internacionales como el Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento, Cruz Roja Internacional, la Comunidad Andina, la Comunidad Europea, la Liga de Estados Árabes, OEA, la Secretaría de la Commonweth, la Organización de Unidad Africana, entre otros, y organismos especializados como el Banco Mundial, BID, el Fondo Monetario Internacional, UNESCO, OIT, OMS estuvieron representados. El Comité Olímpico Internacional, así con los diferentes organismos, programas y mecanismos de Naciones Unidas acudieron a la cita. Casi la totalidad de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos estuvieron presentes.

En correspondencia, acordaron ‘que al comenzar el tercer milenio, la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, y las formas conexas de intolerancia, en todas sus formas y manifestaciones odiosas, y en constante evolución, es un asunto prioritario para la comunidad internacional… con vistas a lograr su eliminación total’ (Declaración de Durban).

Fundamentamos estas acciones prioritarias, con el hecho de reconocer ‘que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y están dotados de la posibilidad de contribuir constructivamente en el desarrollo y bienestar de sus sociedades’ (Declaración de Durban).

También afirma que ‘todos los pueblos e individuos constituyen una única familia humana, rica en su diversidad, que han contribuido al progreso de las civilizaciones y las culturas que constituyen el patrimonio común de la humanidad. La Preservación y el fomento de la tolerancia, el pluralismo y el respeto de la diversidad pueden producir sociedades más abiertas’. (Declaración de Durban).

Situadas las preocupaciones por la discriminación, el racismo y sus efectos en el mundo contemporáneo, la Declaración señala ‘…observamos que el proceso de globalización es una fuerza potente y dinámica que deberá ser aprovechada para el beneficio, desarrollo y prosperidad de todos los países, sin exclusión (…), aunque brinda grandes oportunidades, en la actualidad sus beneficios se distribuyen de forma muy desigual, lo mismo que sus costos. Así, expresamos nuestra determinación de prevenir y mitigar los efectos negativos de la globalización. Esos efectos pueden agravar, en particular la pobreza, el subdesarrollo, la marginación la exclusión social, la homogenización cultural, y las desigualdades económicas y sociales, cuando se producen conforme a criterios raciales. (Declaración de Durban)

LOS AFRODESCENDIENTES

La Declaración de Durban sostiene: ‘reconocemos que los afrodescendientes han sido durante siglos víctimas del racismo, la discriminación racial, la esclavización y la denegación histórica de muchos de sus derechos, y afirmamos que deben ser tratados con equidad y respeto de su dignidad y que no deben sufrir discriminación de ningún tipo Por lo tanto, se deben reconocer sus derechos a la cultura y a la propia identidad; a participar libremente, y en igualdad de condiciones en la vida, social, económica y cultural; al desarrollo, en el marco de sus propias aspiraciones y costumbres; a tener, mantener y fomentar sus propias formas de organización, sus modo de vida, cultura, tradiciones y manifestaciones religiosas; a mantener y usar sus propios idiomas; a la protección de sus conocimientos tradicionales y su patrimonio cultural y artístico; al uso, disfrute y conservación de los recursos naturales renovables de su hábitat, y a participar activamente en el diseño la aplicación y el desarrollo de sistemas y programas de educación, incluidos los de carácter específicos y propio y, cuando proceda, a las tierras que han habitado desde tiempos ancestrales. (Declaración de Durban).

Es en cumplimiento de estos acuerdos mundiales oficiales para la creación de un mundo más justo e igualitario, que las naciones y sus organismos internacionales representativos vienen diseñando estrategias, planes y programas de inclusión que hagan efectivos los Compromisos de Durban.

Los movimientos sociales de afrodescendientes en América Latina y el Caribe han venido, desde diferentes ángulos y áreas de acción, realizando esfuerzos y efectuando las presiones necesarias para que los Organismos Internacionales y los Gobiernos cumplan el Plan de Acción de Durban, para eliminar la exclusión por razones de raza.

La declaración del 2011 como Año Internacional de los afrodescendientes, contenida en la Resolución No. 64/169 del 2010 de Naciones Unidas, es un importante mecanismo para recordar al mundo entero su compromiso de erradicar de las relaciones entre los hombres y entre los estados, los juicios y acciones fundamentados en el racismo. Adicionalmente, permitirá realizar un diagnóstico y evaluación del Estado de Desarrollo de los Derechos de la población afrodescendientes en los diferentes Estados del mundo, así como los niveles de incorporación real a los procesos de desarrollo sostenible.

DERECHOS UNIVERSALES… NO COMPLEJOS PSICOLÓGICOS

En Panamá, han habido esfuerzos de los afrodescendientes para eliminar toda forma de racismo y discriminación, antes y después de Durban, coinciden con el Plan de Acción de este encuentro mundial, que a su vez se ha convertido en un poderoso instrumento internacional que ha permitido conquistas cualitativas de los movimientos de los afropanameños.

El Encuentro Nacional Afropanameño en el 2001, la conformación del Foro Afropanameño en el 2003, la creación por decreto del Consejo Nacional de la Etnia Negra (2005), con su Secretaría Ejecutiva, con la misión de diseñar y poner en ejecución un Plan Nacional de Inclusión de los Afropanameños al desarrollo nacional, colocan a sus luchas en un nivel cualitativamente más avanzado. Si en la práctica ha resultado significativo que el Gobierno Nacional en el año 2000 aprobara en la Asamblea una ley que reconoce los aportes de los afropanameños a la vida nacional, designando el 30 de mayo como el día de la Etnia Negra, también es oportuno que en las actuales reformas constitucionales en proceso, el tema de los afrodescendientes, tenga las consideraciones pertinentes, para que el Estado pueda también adecuar constitucionalmente sus instituciones a los compromisos que asumió al suscribir la Declaración Final y el Plan de Acción de Durban y cumplir cabalmente en sus esfuerzos de una sociedad más justa e igualitaria.

El Año Internacional de los Afrodescendientes tiene alcances mundiales en la medida que atañe a un número importante de seres humanos originarios de África, cuna de la Civilización Humana, los que, aunque dispersos a lo largo y ancho del planeta, comparten aun los sueños de justicia y libertad.

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