La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 09/02/2012 01:00
PANAMÁ. La posibilidad de que detrás de la negativa del gobierno en prohibir la actividad hidroeléctrica en la comarca Ngäbe Buglé esté proteger el negocio de sus allegados, generó ayer severas críticas.
Las primeras vinieron de la sociedad civil organizada. Uno de sus dirigentes, Alessandro Ganci, enfatizó que la situación deja ver que las concesiones hidroeléctricas se están dando por ‘conexiones apropiadas y no por lo que se debe hacer’.
‘¿A quiénes las dan? ¿Con qué criterio las están otorgando?’, cuestionó Ganci.
La Estrella publicó en su edición de ayer que detrás del proyecto hidroeléctrico Tabasará (sobre el río homónimo, y que nace en las entrañas de la comarca Ngäbe Buglé), están los empresarios Gabriel Btesh y Felipe Virzi. Los mismos que daban al final del escándalo por la titulación del terreno de Paitilla, a quienes algunos identifican como ‘amigos del gobierno de Martinelli’.
En sus protestas de la semana pasada, los indígenas exigieron al gobierno poner fin a los proyectos hidroeléctricos en la comarca. El presidente, Ricardo Martinelli, se niega.
‘Se cree que (las hidroeléctricas) es un negocio en el que solo ganan unos pocos’, advirtió Ganci.
En sintonía, el presidente del Partido Popular, Milton Henríquez, insistió en que las autoridades deberían decretar el cierre de los proyectos hidroeléctricos en la zona, porque si no actuaría ‘irresponsablemente’.
‘Cómo van a seguir con una inversión en medio de un pueblo hostil que no la quiere’, cuestionó Henríquez.
Pero el gobierno tiene su propia mirada. Sus voceros descartaron que detrás del negocio hidroeléctrico hayan intereses propios. En su lugar, explicó el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Frank De Lima, el tema hidroeléctrico deberá ser aclarado en la Asamblea Nacional porque —dijo— no se puede ‘limitar la capacidad de generación hidroeléctrica’.
‘No podemos poner en riesgo el desarrollo del país’, enfatizó en TVN Noticias.
Pero el ministro dejó ver que el gobierno no solo no se echará para atrás con la hidroeléctrica ngäbe, sino que tampoco detendrá el desarrollo de futuros proyectos.
No obstante, su argumento es refutado por conocedores del tema. (Ver nota relacionada)
LAS IRREGULARIDADES
A las voces críticas también se unió el exdefensor del Pueblo Ítalo Antinori. Él se opuso a la hidroeléctrica -en la cual Btesh figura como presidente y Virzi como secretario- cuando el proyecto nació y reiteró que ‘son proyectos inconvenientes para el ambiente y para el pueblo ngäbe-buglé y campesino’.
‘De forma enfática y determinante, expresamos nuestra absoluta oposición a dichos proyectos hidroeléctricos, así como a cualquier proyecto hidroeléctrico o minero en dicha zona’, sostuvo Antinori.
El ex ombudsman enfatizó en que el proyecto Tabasará surgió en medio de irregularidades. ‘Pese a que la inversión para la construcción de las hidroeléctricas debería ser superior a los 50 millones de dólares, el capital social de la empresa, tal cual aparecía en el Registro Público, era solamente de 10 mil dólares’, planteó.
EMPRESARIOS: ‘HAY UN TEMA POLÍTICO DE FONDO’
La controversia por el interés cerrado del gobierno en seguir adelante con los proyectos sobre el río Tabasará y explotar nuevas plantas hidroeléctricas también causó reacciones entre los empresarios chiricanos.
El presidente de la Cámara de Comercio de esa provincia, Manuel Reyes Sicilia, reconoció que en el problema ‘hay un tema político’.
‘El movimiento contra las hidroeléctricas es muy fuerte. En el caso hay un tema político de fondo que hay que analizar. Parece que los indígenas solamente son relevantes cuando queremos algo de ellos’, sostuvo.