La seguridad ciudadana frente al año 2013

Actualizado
  • 06/01/2013 01:00
Creado
  • 06/01/2013 01:00
En los últimos meses del año 2012, las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública y la Policía Nacional han mostrado orgullosamente...

En los últimos meses del año 2012, las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública y la Policía Nacional han mostrado orgullosamente estadísticas que indican, una disminución significativa de los casos de homicidio. De esta forma evalúan de manera general, que la situación de seguridad ciudadana en el país en ésta segunda década del Siglo XXI, ha mejorado con respecto a años anteriores.

El Ministro Mulino ha indicado en declaraciones recientes que el año 2013, será denominado: ‘El año de la seguridad ciudadana’, concentrando los esfuerzos, nuevamente en el equipamiento de los entes de seguridad. Esta política de ‘mano dura’ fue impuesta durante el año 2012, sin contemplar elementos preventivos y una organización interinstitucional adecuada para enfrentar el problema de la seguridad en Panamá.

Así durante el año 2012, realidades y percepciones en torno a la seguridad ciudadana invitan a una reflexión que permite proyectar la situación para el 2013. En ese sentido tenemos que las estadísticas oficiales en el indicador de homicidios, registra una disminución. En el año 2012, se calcula que la tasa de homicidios bajó de 24 homicidios por cada 100 mil habitantes a 13.5 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esto demuestra en el análisis comparativo que hemos llegado a las cifras que Panamá tenía, en este indicador, durante el año 2008.

LA DIFERENTES PERCEPCIONES

Pero la percepción de la población con respecto a estos alentadores indicadores difiere significativamente de la realidad. En una encuesta aplicada por el Sistema FLACSO en la Ciudad de Panamá, se ponderó la percepción de la población respecto a distintos aspectos que componen la seguridad ciudadana. En ese sentido, el 42.9% de la población encuestada piensa que hay mucha presencia de delincuentes. En el caso de la venta y consumo de drogas en las comunidades de la ciudad de Panamá, tenemos que el 39.0% de la población consideró que hay mucho en el barrio al que pertenece, siendo la evaluación de este ítem, la ponderación más alta. Esta percepción se encuentra vinculada a la presencia del narcotráfico en el país, principlamente en los barrios más populares, con la participación de menores de edad.

Curiosamente, la violencia intrafamiliar es podenrada como baja por la percepción de la población. Sólo el 15% de la población cree que en su entorno abunda este tipo particular de violencia. El 71% cree que existe poco o nada violencia intrafamiliar. Esto puede encontrarse explicado por el desconocimiento y la falta de denuncia de las situaciones de violencia dentro del hogar. En general, la evaluación de la seguridad ciudadana de la población a través de su percepción indica que existe poca o nada seguridad ciudadana en el país. El 58% de la población tiene esa percepción.

SOBRE ACCIONES QUE REDUCEN LA INSEGURIDAD

En esta consulta también se evaluó la percepción de la presencia de policías con respecto a la presencia de delincuentes. Así tenemos, que el 59% de la población consideró que existe poca o nada presencia de policías en los barrios. Esto sumado a la baja confianza en la policía como institución que desde nuestro punto de vista no ha entendido con claridad su rol frente a la comunidad y las autoridades locales en la lucha por reducir la delincuencia y contribuir a la seguridad ciudadana. Si evaluamos esta percepción de la poca o nada presencia de policías en los barrios, con la mucha presencia de delincuentes podemos explicar la percepción de inseguridad ciudadana en la población.

Por último, sobre la generación de espacios públicos de recreación para la población, como una alternativa frente a la delincuencia e inseguridad, se puede observar que el 69.1% considera que existen poco o nada espacios para recreación. Se entiende que es responsabilidad de los municipios generar estos espacios, que puedan ser considerados como parte de acciones preventivas orientados a crear condiciones de seguridad ciudadana. Acciones que se ven afectadas por la poca institucionalidad y participación social de los gobiernos locales.

EXPECTATIVAS PARA EL 2013

Para el año 2013, se espera a nivel de autoridades un seguimiento de las acciones de mano dura, tal y como lo ha expresado el Ministro de Seguridad Pública del país. Se fortalecerán los estamentos de seguridad a través de la compra de equipo represivo, para mejorar o mantener los indicadores que reflejan disminución de homicidios e incautación de drogas.

Por otra parte, se dejará de lado la prevención, en los barrios populares, en puntos focalizados que son necesarios atender con la participación de los gobiernos locales y la población en general. A nivel macro, todavía no se ha puesto en práctica estrategias para la articulación de instituciones y la generación de una política integral de seguridad ciudadana que contemple lo social, lo criminal y la resocialización que debe generar el sistema de justicia en el país.

También se espera la participación de actores como los medios de comunicación, con políticas empresariales de autorregulación, pero persiguiendo el objetivo de educar, reduciendo la exposición de imágenes con contenidos violentos; así como también, la empresa privada en su misión de responsabilidad social que contemple acciones micro a nivel local y macro como aporte en la política que debería generar el Estado con respecto a la seguridad ciudadana. Con ello trascendería a una misión social más allá del simple interés económico.

EN CONCLUSIÓN

Para el año 2013, se mantendrá una concepción oficial de política pública que excluye el abordaje social e inclusivo, porque ‘hasta ahora’ la aplicación de la ‘mano dura’ ha impactado en el mejoramiento de los indicadores criminales. Esto seguirá generando percepciones negativas en torno a la seguridad, como resultado de acciones de miedo y desconfianza de la población, tanto en las instituciones como de la convivencia pacífica en la vida cotidiana. Habría que recordarles a nuestras autoridades que la inseguridad tiene dos dimensiones, la objetiva observada por los eventos reales y la subjetiva afectada en el actuar cotidiano y la confianza de su entorno.

JOSÉ CLEMENTE LASSO NÚÑEZ

PERIODISTAS@LAESTRELLA.COM.PA

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