Los trapos sucios del panameñismo

PANAMÁ. La disputa a lo interno del Partido Panameñista por la escogencia de la figura representativa para las elecciones de 2014 en lug...

PANAMÁ. La disputa a lo interno del Partido Panameñista por la escogencia de la figura representativa para las elecciones de 2014 en lugar de mostrar mejoras genera más polémicas.

‘Es vergonzoso, podría llevar al partido a un total desprestigio ante la opinión pública’, considera el dirigente panameñista Jorge Gamboa Arosemena, al referirse a los dimes y diretes entre la expresidenta Mireya Moscoso y seguidores de Juan Carlos Varela, a quienes invita a una conciliación.

‘Le hago un llamado de atención a los dos para que se cree una corriente pacifista e irnos a una concertación general y allí definir hacia dónde vamos, cómo vamos y con quién vamos’, dijo Gamboa, quien piensa que deben ‘cambiar de actitud y entender que ninguno de los dos tiene autoridad moral para recriminarse’.

Desde la óptica del investigador de mercado Jaime Porcel, las disputas internas en los partidos son situaciones normales en momentos de elecciones primarias; sin embargo, los copartidarios no deben permitir que haya desbordes y siempre mostrar respeto entre sí; de lo contrario, ‘las decisiones mal tomadas podrían ser irreversibles’.

‘Se debe apelar a la madurez de los miembros de los partidos para que las diferencias se lleven dentro de los parámetros de la tolerancia. La mesura debe ser el norte de toda contienda electoral’, agregó Porcel.

PELIGRO A LA VISTA

Ante un panorama conflictivo en evolución, los panameñistas han mostrado su temor por el detrimento de la imagen del partido. En entrevistas recientes, la presidenta vitalicia del panameñismo, Mireya Moscoso, lamentó que la aceptación del panameñista haya ido mermando y coincide con Gamboa, quien asegura que ‘de no unirnos rápidamente, cuando lleguen las elecciones del 2019, el partido habrá desaparecido como una opción viable y no será más que una organización que se rige por el tráfico de influencias’.

Sin entrar en polémica partidista, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, recordó la importancia de que los partidos políticos y la sociedad civil firmen el pacto ético, con miras al fortalecimiento de la democracia panameña.

‘Este pacto está hecho en función de que los ciudadanos puedan ir creciendo en la responsabilidad de emitir el voto. También es una oportunidad para que el periodo de campaña electoral sea una temporada de propuestas, donde la gente pueda elegir al mejor para los cargos’, dijo Ulloa.

DEBILIDAD DE VARELA

Pero aún cuando el partido se unifique, Gamboa Arosemena considera que hay que evaluar si Varela sería el mejor candidato para el 2014. En su opinión, el aún vicepresidente de la República ‘se encuentra marcado por el pecado original, luego de haber pertenecido por 26 meses a un gobierno autocrático, de clientelismo y tráfico de influencias’. Añade que ‘difícilmente la ciudadanía le dará el beneficio de la duda. A menos que se ofrezca un mea culpa públicamente’.

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