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- 31/03/2014 02:07
El gobierno del presidente Ricardo Martinelli, que culmina en tres meses, está en su momento más vulnerable. El torneo electoral está a menos de 33 días. Los deseos de repetir lo convierten en un gigante fácil de enfrentar y lo peor es que los demás lo saben.
Y si sus estrategas no preparan los escudos para proteger todos los frentes que se están abriendo en las postrimerías de la actual administración, las heridas se podrán ver en mayo, cuando los panameños deben eligir a la figura que gobernará el país durante el próximo quinquenio.
Gremios de educación, salud y de la construcción ya han estado en la calles como una forma de advertencia. Si el gobierno no cumple sus exigencias de aumento de salario, podrían ir a una huelga nacional, antes de las elecciones.
No son los únicos que han salido a exigir sus reivindicaciones. También lo han hecho otros que se han quedado esperando que el gobierno les resuelva problemas como calles dañadas, falta de agua potable, transporte público y otras dificultades cotidianas.
PODER DEL VOTO
A pesar de que cada uno tiene una conquista diferente, todos tienen claro que ha llegado la hora de pedirle al gobierno, como a todos los anteriores, porque está más vulnerable que en cualquier otro momento. Es la hora oportuna, como explica el analista Menalco Solís, el gobierno ‘está dócil y complaciente’.
Esa suavidad de quien está en el gobierno lleva a que los días de severas represiones hayan quedado atrás. Mientras, el gobierno reacciona tratando de responsabilizar a los colectivos opositores a los que el propio presidente Martinelli acusa de abanicar las protestas para desestabilizar el país y aprovecharse para buscar votos.
El actual gobierno tiene un factor que lo diferencia de los anteriores a casi un mes de las elecciones: su candidato presidencial, José Domingo Arias, está a la cabeza de las encuestas que miden las intención del voto, pero acechado por el candidato del opositor Partido Revolucionario Democrático, Juan Carlos Navarro, y Juan Carlos Varela, que tras una fuerte caída ha empezado a escalar en las últimas mediciones.
Estar a la cabeza de las encuestas, asegura Solís, lleva a que el gobierno se torne ‘más complaciente’, porque buscará que el pequeño margen que tienen se amplíe y tratará de asegurar que su candidato presidencial gane las elecciones.
La opinión de Solís es reforzada por el analista político y de mercado Jaime Porcell, para quien el gobierno de Martinelli está en una ‘etapa sensible’ porque debe mantener un ambiente calmado para las elecciones.
Es allí donde, el voto que se ejercerá en las urnas se transforma en el arma de los gremios y de los panameños que han salido a buscar respuestas a las exigencias para enfrentar al gobierno y llevarse la victoria.
Los gremios que están exigiendo aumentos de salarios esperan que los ajustes se hagan efectivos antes de las elecciones, porque sienten el temor de que se queden en promesas hechas al calor de la campaña.
LOS GREMIOS LO NIEGAN
Aunque los educadores esperan tener una respuesta antes del 4 de mayo, Diógenes Sánchez, dirigente de la Asociación de Profesores de Panamá, descarta que las medidas de presión contra el Ministerio de Educación, programadas para el 7 de abril, con un piqueteo en todas las escuelas, y el 11 de abril, con un paro militante, tengan algún matiz electorero.
En su caso, dice el dirigente docente, están solicitando que el gobierno cumpla con la promesa de aumentarle el salario a los maestros de todo el país.