Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 20/06/2018 02:00
Ricardo Bustamante es comisionado de los Derechos Humanos, político y amigo íntimo del expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram (1996-1997).
Esa relación de afecto, simpatía y confianza los llevó juntos a la Presidencia de Ecuador y a su posterior exilio en Panamá. Quizás nunca imaginó Bustamante que esa misma relación lo convertiría en un enemigo del gobierno de Rafael Correa, que durante cinco años interceptó sus comunicaciones.
Bustamante, que se refiere a Bucaram como su ‘mejor amigo', se detiene por un momento para organizar sus ideas sobre las razones que obligaron al gobierno de Correa a intervenir sus comunicaciones.
‘Yo orientaba a los ecuatorianos que venían aquí. Eso valió para que se gastaran miles de dólares para intervenir mis comunicaciones',
RICARDO BUSTAMANTE
POLÍTICO
‘En la campaña electoral de 1996 acompañé a mi amigo a buscar los votos', cuenta. Una vez ganada la presidencia, en agosto de 1996, Bucaram lo designó como su asesor. Pero, con solo 5 meses y 25 días, cuando apenas acariciaba el poder, el presidente fue destituido por el congreso ecuatoriano que aludió ‘incapacidad mental para gobernar', aunque en su proceso nunca intervino ningún médico especialista.
Tras su destitución y la apertura de procesos judiciales, Bucaram se exilió en Panamá, que le otorgó asilo permanente en 2009. Fueron dos décadas de exilio en las que Bustamante siempre estuvo al lado de Bucaram brindándole su ayuda y su colaboración como amigo y como comisionado de los Derechos Humanos. ‘Es mi mejor amigo', reitera sobre el lazo tan fuerte que los une.
Pero Bustamante no solo le ofreció su ayuda a Bucaram, sino a todos los ecuatorianos que huían de Correa.
En la época en que Correa gobernó Ecuador (2007-2017), Bucaram intentó establecer conversaciones con el presidente para regresar a su país. Los acercamientos se dieron a través de los hijos del entonces presidente Correa, que se comprometió a permitirle el retorno a su país considerando que había sido víctima de una conspiración.
Pero pasaron los años, Correa nunca cumplió con su promesa y eso creó una diferencia ‘grande' entre ambos. Correa conocía de la relación de amistad de Bustamante con Bucaram. Así se convirtió en un objetivo de su gobierno, que consideró que debía ser investigado y seguido. ‘Mi actuar siempre estuvo en favor de Bucaram cuando ellos quisieron destruirlo', agregó.
Bucaram y Bustamante sospecharon que estaban siendo seguidos por elementos de inteligencia del gobierno ecuatoriano y hasta lo conversaron entre ambos.
Según Bustamante, notaron muchas veces que algunas personas se paraban en las inmediaciones de la residencia de Bucaram en Paitilla, en Ciudad de Panamá. ‘Eran ecuatorianos', dice.
Ambos también notaron seguimientos de miembros de la policía ecuatoriana adscrita a la embajada de este país en Panamá, recordó.
Los amigos tomaron precauciones ante la posibilidad de que sus celulares y sus correos estuvieran intervenidos. ‘Nos cuidamos un poco en ese sentido', dice el comisionado de los Derechos Humanos.
Bustamante recuerda que para esa época su celular se descargaba muy rápido y se calentaba diariamente y, aunque no le prestó mayor atención, ahora está convencido de que era por las interceptaciones de las que era objeto.
En junio de 2017, después de la prescripción de varios procesos judiciales, Bucaram regresó a Ecuador e inició una serie de investigaciones contra las acciones del gobierno de Correa.
Las primeras pruebas del Servicio Nacional de Inteligencia de Ecuador demostraron los pinchazos telefónicos a varios adversarios de Correa. Entre ellos estaban Bucaram y Galo Lara, político y ex asambleísta del país sudamericano.
El documento al que tuvo acceso este medio se titula ‘Informe con indicios de responsabilidad penal', de la Secretaría General de Inteligencia. Bustamante es el único panameño de una lista de quince personas con cuentas de correo electrónico. Su cuenta fue intervenida por la aplicación ‘Thunderbird'. Era un sistema de pinchazos telefónicos que tenía la capacidad de entrar a los correos a través de un virus, explicó Bustamante.
El informe fue remitido al fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga Zambrano, el 23 de diciembre de 2016. En una misiva, el Contralor General del Estado, Daniel Fernández Córdoba, establece que la información es ‘secreta', por lo que, en caso de que se realice una investigación, deberá levantarse dicha condición.
La carta explicó que la institución realizó un ‘control al uso de los fondos públicos permanentes de gastos especiales' de la Secretaría Nacional de Inteligencia entre septiembre de 2013 y marzo de 2014.
Esto es una clara violación a mis derechos, señala Bustamante, ‘mis teléfonos y correos estaban siendo investigados por la inteligencia ecuatoriana. Comprenderás que es una falta grande', dijo.
Y no descarta interponer una querella penal contra las autoridades ecuatorianas.