Nueva Asamblea, en deuda con sus electores

Actualizado
  • 25/12/2019 00:00
Creado
  • 25/12/2019 00:00
Para el politólogo Richard Morales, la campaña del 'no a la reelección' fue insuficiente porque apuntó a los síntomas y no a las causas: un sistema podrido, corrompido por el dinero

Para muchos, el proceso electoral que culminó el pasado 5 de mayo con la elección de diversas autoridades políticas era la oportunidad de darle un nuevo rumbo al país.

Un total de 57 de los 71 diputados fueron electos por primera vez el 5 de mayo.

Aunque las autoridades electas apenas empiezan a elaborar y ejecutar sus estrategias para cumplir sus promesas y no echar a perder ese sueño de los electores, la nueva composición de miembros de la Asamblea Nacional, salvo contadas excepciones, no da señales de cambios ni de transformación en el Legislativo.

En cada periodo legislativo ha sido típico escuchar la frase “esta es la peor Asamblea de la historia”, se dijo en el periodo presidencial de Ricardo Martinelli y en el periodo presidencial de Juan Carlos Varela, y ya hay voces en la ciudadanía de que la actual Asamblea, la del periodo del presidente Laurentino Cortizo Cohen, no ha cambiado esa percepción, a pesar de que el 5 de mayo fueron electos un gran número de diputados nuevos.

¿Han decepcionado a la población los nuevos diputados que llegaron al Palacio Legislativo? ¿Habrá cambios en el actuar de los 71 diputados de la Asamblea, tanto de los ya conocidos como de los novatos, en temas importantes como las reformas a la Constitución Política y las reformas al Código Electoral y hasta de su propio Reglamento Interno?

Esa es la duda que mantienen aún diversos sectores de la sociedad civil, transcurridos ya los seis primeros meses de gestión del periodo 2019-2024.

Círculos de poder

Para Annette Planells, del Movimiento Independiente (Movin), uno de los principales problemas de nuestra democracia son los círculos de poder que han venido creando los diputados que se reeligen.

Estos, dijo, logran colocar a sus seguidores en diferentes instituciones, extendiendo su poder más allá de la Asamblea. Eso se logró disminuir, mas no erradicar, precisó Planells.

Manifestó que el problema también está en una ley electoral que favorece el clientelismo y en la mala oferta electoral de los partidos políticos.

“Es algo en lo que debemos trabajar para seguir avanzando en el rescate de nuestra Asamblea y nuestra democracia”, precisó.

Aunque Planells no cifra sus esperanzas en que la nueva composición de la Asamblea cambie de actitud, señala que sí hay esperanzas de que la presión ciudadana por una Asamblea decente los obligue a cambiar.

En tal sentido, el abogado Ernesto Cedeño dijo que le parece que la novedad de tener en el hemiciclo a diputados nuevos no ha cambiado la manera de actuar de la Asamblea Nacional.

“Todos actúan conforme a las agendas de sus colectivos, salvo excepciones que tratan de hacer la diferencia como los independientes y algunos de los partidos en contra del sistema. A los demás ni se les escucha una labor beligerante”, señaló .

Destacó que salvo algunas voces de disidencia, la actual composición de la Asamblea no ha mostrado que hay una gran diferencia entre los que se fueron y los que llegaron. “Esa es la realidad, no les ha inspirado siquiera concretar modificaciones al Código de Ética y su Reglamento Interno”.

“Se trata de los partidos políticos tomando los controles, pero con algunos rostros nuevos, es más de lo mismo en cuanto al 'desvalor' que campea en la Asamblea Nacional de diputados”, indicó Cedeño .

Mientras que Cristian Ábrego, del Movimiento Conciencia Ciudadana, consideró que a pesar de imponerse el “no a la reelección”, los diputados no han cumplido con el rol esperado por los ciudadanos.

“Estos diputados continúan actuando con poca transparencia, no rinden cuentas, no han trabajado en leyes anticorrupción y siguen estando las planillas abultadas allí. Me gustaría ser optimista, pero viendo cómo se han dado las cosas, tengo poca esperanza de que haya un cambio de actuar de aquí al término de su periodo”, enfatizó.

El politólogo Richard Morales, por su parte, destacó que la composición de la Asamblea cambió, pero no los intereses a los que responden. “Representan al dinero y no a la ciudadanía, por lo que se siguen vendiendo al mejor postor”.

Agregó que muchos diputados responden a como son electos, recibiendo enormes donaciones que los hipotecan a poderes económicos, y usan el clientelismo para comprar votos y tejer redes de dependencia.

“La campaña del 'no a la reelección' fue insuficiente porque apuntó a los síntomas y no a las causas: un sistema podrido, corrompido por el dinero. Mientras no saquemos el dinero de la política, seguiremos con una Asamblea que funciona como subasta, donde las leyes no se debaten, se compran”, enfatizó Morales.

En tanto, para Fredy Pitty, del Movimiento Juntos Decidimos, la campaña del “ no a la reelección” dio resultado, pero todavía hay un trabajo grande que hacer.

“No solo necesitamos nuevos diputados, sino diputados preparados, honestos, íntegros y que conozcan el trabajo legislativo y que no vayan a improvisar”, señaló.

Manifestó que lo que se ha visto en estos primeros seis meses han sido diputados que a pesar de que son nuevos, vienen con las mismas prácticas clientelistas, corruptas de los diputados que usualmente eran reelectos.

Pitty precisó que si hay algo que rescatar es que la Asamblea ahora se preocupa un poco más por rendir cuentas, por brindar información a los ciudadanos y los diputados se preocupan un poco más por su asistencia.

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