• 11/11/2009 01:00

Idioma formal de la voz

Un delicado, pero alucinante tema es el relacionado con la interacción en la expresión de la voz, que puede servir para detener un acto ...

Un delicado, pero alucinante tema es el relacionado con la interacción en la expresión de la voz, que puede servir para detener un acto agresivo y hasta un suceso de violencia. Se necesitan dos o más personas para discutir sobre un argumento o una actuación. Si alguien se muestra airado y de forma ofensiva aborda a otro, éste debe contestar en un tono apocado, ameno, aunque firme. Seguro que el interlocutor bajará de manera automática su tono y se podrá evitar un enfrentamiento.

Por otro lado, el idioma corporal en el conjunto es toda una ciencia. Vista así la comunicación, se bifurca en atención a las expresiones enunciadas con palabras. La kinética es el estudio de los gestos y de las mímicas utilizado como signos de comunicación autónoma o acompañado del lenguaje articulado.

Estamos ante la palabra con su complemento, mientras nuestro cuerpo habla con ademanes y gesticulaciones a través de las emociones, que los estudiosos denominan proxemia. En cuanto una derivación del estudio sobre las entonaciones de la voz, hablamos de prosodia, que denota sentimientos e intenciones en la expresión o conversación. Con mucha facilidad calificamos la voz de trasnochada, alcohólica, dominante, precarista u opulenta, nada más que con escuchar la palabra. Desmond Morris en su inmortal obra denominada El Mono desnudo , allega al estudio de los seres irracionales para entonces comprendernos, pero es que entre estos irrazonables animales existe una comunicación no verbal muy efectiva, como lo podemos notar en ese idioma gestual, sin excluir distintas especies dentro del reino.

Al volver al tema de la voz y su cadencia, este es un vehículo para que los expertos analicen la veracidad de lo que se dice. Es un instrumento apropiado para psiquiatras y psicólogos al tratar en su especialidad los males que aquejan a sus pacientes. Pierre Giraud menciona que tradicionalmente la prosodia era el estudio de las reglas relativas a la métrica grecolatina, definida mediante variaciones de cantidad (corta o larga), de altura (grave o aguda) o de intensidad (acentuada o lo contrario). De modo que la voz se entona con una diversificación de intensidad, cantidad o altura que podemos llamar énfasis, resalto o imperceptibilidad y transmite el nerviosismo, ira, alegría, incomprensión, satisfacción, desgano y dale más.

Del mismo autor mencionado, tenemos que es doble la función de la melodía de la voz; primero la intelectiva (o sintética), que es la forma de encarar la acción y la expresiva, que es con la que se enuncian los sentimientos y las emociones. Otro factor es el ritmo constituido por el acento tónico, que puede ser intelectual o emocional. Lo primero es el interés por subrayar con la voz lo que deseamos destacar y si es emocional el relato, resaltar lo que nos importa sobre la expresión transmitida.

Las personas positivas sustentan con vehemencia lo que piensan o quieren lograr al intervenir. Un orador alcanza notoriedad con mostrar seguridad, la facilidad de expresión, sin excluir la mímica, inflexión o modulación de la voz. La palabra cuando nos expresamos de manera voluntaria es un poder y se puede notar entre los políticos y religiosos que mueven masas y lo contrario ocurre si se lesiona la intimidad. Tenemos normas Internacionales, Constitucionales y legales que permiten guardar silencio. Nadie está por encima de la Ley.

*Abogado y docente universitario.cherrera@cwpanama.net

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