• 09/11/2010 01:00

Calificando a Obama

Si hay un país donde se utilizan y comprenden las encuestas, es en los Estados Unidos de América. Los funcionarios permanentemente sigue...

Si hay un país donde se utilizan y comprenden las encuestas, es en los Estados Unidos de América. Los funcionarios permanentemente siguen su gestión guiados por encuestas entre sus electores. Es por eso que la derrota electoral del pasado 3 de Noviembre en las elecciones de medio término no agarró por sorpresa a los demócratas. Desde antes el partido, consciente de la baja de popularidad del presidente Obama, inició medidas de control de daños; buscando salvar senadores y congresistas claves para 2012. Al final, mantienen en papel control del Senado, mientras perdían aparatosamente la Cámara de Representantes.

Lo triste es que el control del Senado es únicamente en papel, es evidente que muchos senadores, hasta ahora incondicionales en las propuestas del presidente Obama, se alejarán ahora por miedo a que la ola desatada el 3 continúe para el 2012. Más de un tercio de los senadores que tendrán que convalidar su cargo en el 12 son demócratas y ya vieron el costo de respaldar la Obama Care, las guerras, el mayor déficit y el crecimiento del gobierno.

Las pasadas elecciones fueron un triunfo del ala conservador del electorado, guiados por un movimiento dentro del propio partido Republicano, autodenominado Tea Party, en recuerdo a los peregrinos originales que botaron los sacos de té al mar antes de pagar nuevos impuestos a la Gran Bretaña. Los conservadores tomaron como Norte la reducción del gobierno, controles fiscales, descentralización. En el fondo, el movimiento llevará a los Estados Unidos de América a la política de ‘América para los americanos’ y buscará reducir la presencia militar fuera de USA, reducir las ayudas y subsidios internacionales.

El problema es grave ahora para el presidente Obama. Su discurso del 2008 se estrella con el deseo del electorado de hoy, donde ni su reemplazo en el Senado sera demócrata y donde el discurso de los victoriosos es totalmente contrario a su proyecto de gobierno. En USA la costumbre de una elección a medio término que elige toda la Cámara Baja, un tercio del Senado y un porcentaje de los gobernadores es una formula sana para que los gobernantes corrijan su rumbo. El gobierno del presidente Obama tiene ahora el reto de corregir frente a la posibilidad de perder la reelección en el 2012. Un programa de salud criticado por todos, un plan de subsidios exagerado en prestaciones, la presencia militar en Afganistán, reformas fiscales rechazadas por los conservadores, lo llevan a una proyección de un presidente de buen discurso y mala ejecución.

La suerte de los Demócratas, sin embargo, está en la falta de un liderazgo fuerte en la oposición, el candidato anterior McCain aparece muy viejo para otra contienda; Sarah Paulin no ha logrado consolidarse como presidenciable y la carrera parece abierta a varios gobernadores y senadores que aspiran. Por los demócratas, Obama parece mantener la fuerza suficiente para derrotar cualquier intento de cambiarlo, mientras su principal contendor, Hillary Clinton, podría pagar el precio de ser su secretaria de Estado. Eso abre las puertas a la especulación para el 2012, en tiempos donde el terrorismo continua ganando terreno y la potencia China es cada día más significativa: El mundo occidental depende en gran medida del liderazgo norteamericano y los tiempos reclaman un estadista con visión nacional e internacional, pero el sistema parece incapaz de producirlo. Los Kissinger, Macnamaras, Kennedys no aparecen en escena aún.

Para Panamá la derrota de Obama y el triunfo conservador no es positivo. Si bien es cierto que el Partido Republicano pudiese tener amigos acá, el ala que ahora gobernará no es favorable a nosotros. La corriente actual de pensamiento en USA es más hacia dentro que hacia fuera. Para colmos, seremos testigos de una lucha interna entre los liberales y conservadores dentro de la nación norteña, dependiendo en gran medida de la capacidad de compromiso del presidente Obama, quien, lamentablemente, tendrá que sacrificar parte de su programa para lograr gobernabilidad. Como muestra, ya los electos han anunciado su lucha para cambiar el plan de salud, lo que Obama consideraba uno de sus mayores logros hasta ahora. El mundo seguirá con atención lo que ocurrirá en USA en los meses después de enero, cuando tomen posesión los nuevos electos.

*INGENIERO Y ANALISTA POLÍTICO.

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