• 22/07/2016 02:02

PRD: de coma político, a muerte electoral

‘Todo amigo mío, antes que perder nuestros derechos; todo antes que dejar de ser hombres ', Jorge Washington

‘Todo amigo mío, antes que perder nuestros derechos; todo antes que dejar de ser hombres ', Jorge Washington. Ciudadanos y personas de firme convicción social democrática, torrijista y antioligárquica, debió ser la impronta de los supuestos líderes del PRD, al momento de decidir los nombres de los hombres y mujeres que han de guiar los destinos del otrora partido de Omar. Sin embargo, dicha actitud fue echada al basurero de la historia. En su lugar, se impusieron las ambiciones subalternas, el sempiterno clientelismo político y el lúgubre secuestro oligárquico de la cúpula del comatoso ente político que arrastra los pies de barro hacia la inevitable defunción electoral en el 2019.

Parodiando al fundador del PRD o dicho de otro modo, sí el PRD se convierte en la esperanza del panameñismo para revertir la constante electoral de la alternancia política, entonces ‘la Patria está en peligro '. Es un acto absurdo e infame conmemorar el trigésimo quinto aniversario del magnicidio de quien fuera —sin lugar a dudas— el más grande estadista panameño del siglo XX, con la abdicación ideológica, el transfuguismo político y el filibusterismo electoral, tal como se lo propone la entelequia política del PRD, por cuanto tiene en su calendario electoral como fecha señalada para las elecciones de los delegados de dicho colectivo político, el fatídico 31 de julio.

De manera que para honrar a quien sacrificó su propia vida por la dignidad nacional, debemos empezar por decir que hay torrijistas y torrijeros. Torrijista es quien asume en su integridad la ideología, el pensamiento político y la moral de Omar Torrijos Herrera. Torrijos era, desde el punto de vista de las ideas, un demócrata revolucionario, políticamente antioligarca y moralmente un humanista. Se vinculó a la ideología más avanzada de su tiempo, tercermundista de liberación nacional; desalojó del poder político del Estado —en un cruento golpe militar, constitucionalizado en 1972— a la oligarquía del ‘ancien regime ' liberal y; éticamente se conoció su opción preferencial por los humildes, por los panameños de a pie.

Mientras que torrijeros son todos aquellos líderes de papelillo del PRD que desde 1994 pactaron con los enemigos históricos de Omar y del torrijismo: la oligarquía neoliberal nacional y transnacional. Quienes trocaron la ideología social demócrata por el neoliberalismo o capitalismo salvaje y quienes pusieron primero los interese personales y de la fracción oligárquica a la que ahora pertenecen o le sirven, cual mayordomos políticos, en detrimento de las mayorías humildes e irredentas del pueblo panameño.

Esto no lo afirmo yo ni tampoco tengo necesidad de citar a la multitud de panegíricos nacionales y extranjeros de Omar, basta mencionar sus propias palabras para corroborar su pensamiento y práctica política. Con motivo de la colocación de la primera piedra del ingenio azucarero estatal, La Victoria, hoy, privado, dijo: ‘A esos que les perjudica que el general Torrijos haya roto con ese matrimonio Oligarquía-Fuerzas Armadas. Y a esos que andan clamando que nos invadan los gringos... A esos les perjudica y contra ellos tenemos que defendernos, señores '.

De la histórica carta al senador estadounidense Edward Kennedy, fechada 7 de mayo de 1970, comento lo siguiente: ‘El Gobierno era un matrimonio entre fuerzas armadas, oligarquía y malos curas, y como los matrimonios eclesiásticos no admiten divorcio, aquella trilogía de antipatriotas parecía indisoluble '. En la mencionada misiva continuaba diciendo: ‘Si todavía hay niños de mi Patria que asisten a la escuela, como los que verá en la fotografía que le envío, es porque esa democrática sucesión de Gobiernos constitucionales, determinados en elecciones plenas de deshonestidad y cohecho, crearon esta situación '.

Para muestra bastan estos tres botones y cualquiera similitud con lo que ocurre hoy día —escuelas ranchos, crisis del agua potable, epidemias, transporte público, seguridad ciudadana, alto costo de la vida, corrupción, nuevas nupcias entre fracciones oligárquicas (PRD-panameñismo o PRD-CD) y un largo etcétera— es pura ironía de la vida. ¡Así de sencilla es la cosa!

ABOGADO Y ANALISTA POLÍTICO.

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