Avalúos en Latinoamérica, (historia y actualidad)

Desde que en 1996 inicié mis primeros pasos en la Ciencia de Avalúos Agropecuarios, quedé totalmente atraído por tan interesante actividad, lo que posteriormente me inspiró a seguir cultivando el deseo de acrecentar mis conocimientos en el tema; igualmente lo fue mi acercamiento y afiliación a agrupaciones como Ivappan (Instituto de Valuaciones y Peritajes de Panamá), agrupación esta a la que debo sin lugar a dudas mi crecimiento en la práctica de la elaboración de Informes de Avalúos.

Pero hablemos un poco de historia, para lo cual tenemos que ubicarnos en la época precolombina y con más exactitud, en el Imperio inca, ya que se estima que fueron ellos los pioneros del Avalúo Rural en el continente americano. De acuerdo al ingeniero Vicente Caballer, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia y amplio conocedor a nivel hispanoamericano de la valuación, la sociedad inca no tenía moneda ni mercado, por lo cual recurrió a los chaninchaqkuna (término en lengua inca de tasadores), quienes fueron los primeros en crear catastros en América. Posteriormente los españoles y portugueses utilizarían esta técnica en la colonia.

Durante las postrimerías del siglo XIX, se desarrollarían las asociaciones de tasadores, la más antigua es el Cuerpo Técnico de Tasadores del Perú (CTTP), el cual data de 1890. Posteriormente se fueron creando el Ibape (Instituto Brasileño de Avaliacoes y Pericias de Engenheria), que se fusiona en 1980 con el resto de asociaciones de avaluadores del mencionado país.

En Argentina se crea el IAT, Instituto Argentino de Tasadores, en 1957; en Venezuela el Soitave (Sociedad de Tasadores de Venezuela), por el año 1965 y sucesivamente el resto de los países latinoamericanos, incluyendo a Panamá, con la creación en 1984 de Ivappan.

Todas estas agrupaciones han sido básicas para el establecimiento de las Normas de Valuación, las cuales han tenido sus cimientos en las metodologías europeas, especialmente de España e Italia y posteriormente de EUA.

Cabe destacar la importancia que mantiene la UPAV (Unión Panamericana de Avaluadores), la cual se viene reuniendo desde 1949 cada dos años en un Congreso Panamericano de Valuación, donde se exponen trabajos de gran valor en el campo valuatorio, además de conjugarse una gran cantidad de intercambios y experiencias, entre los más notables expertos en las diferentes ramas de la valuación.

Pero lo fundamental aquí es que este evento se realizará en nuestro país, en su XXXIV versión, del 15 al 17 de octubre, en el Centro de Convenciones Megápolis de la ciudad capital.

Sin lugar a dudas, este magno encuentro nos pondrá en el observatorio regional más importante de temas relacionados a esta actividad, la cual cada día adquiere mayor relevancia, toda vez que impera el conocer el valor real y objetivo de cada bien, pero sobre todo enmarcado en una metodología científica, tal como lo establecen las Normas Internacionales de Valuación (IVSC, por sus siglas en inglés), las cuales son fundamentales para que en la actualidad se pueda realizar un verdadero y objetivo Informe de Avalúo, mismas que con toda seguridad se abordarán en este foro.