• 22/07/2020 00:00

Estrategia… Una opinión

“[…] la impunidad favorece el saqueo; urge corregir el rumbo y sanear desde arriba, porque corrupción con pandemia, causaría un daño irreparable […]”

A mediados de junio 2020, un ilustre ciudadano, cuya identidad me reservo, preocupado por el empeoramiento de la crisis sanitaria, me propuso elaborar un mensaje, para enviárselo al ciudadano presidente. He aquí el texto:

El empeoramiento de la crisis sanitaria es irrefutable; además, el impacto socioeconómico agrava el escenario, de manera preocupante. A nuestro criterio, reemplazar a la titular del Ministerio de Salud no resolverá el problema; lo racional y procedente es un cambio estratégico para el manejo integral de la crisis; al efecto recomendamos integrar un equipo estrictamente técnico, que debe ser dirigido por un médico especialista en salud pública, que incluya un sociólogo con experiencia en epidemiología, un Infectólogo, un especialista en Bioestadística, un médico salubrista con experiencia en vigilancia e inteligencia epidemiológica, un abogado con experiencia en el ramo y un educador para la salud. Además, debe incorporarse a un comunicador social, con derecho a voz, no a voto; quien deberá suministrar únicamente información aprobada. Solo deben publicarse boletines informativos, periódicamente.

Es absolutamente indispensable que no haya injerencia de carácter político, que pueda interferir y/o entorpecer el trabajo del equipo técnico. El equipo debe construir consensos, para que las disposiciones que surjan tengan el respaldo de la mayoría del equipo. Es de fundamental importancia: Solicitar asesoría y asistencia técnica a países que han tenido resultados favorables, por ejemplo: Costa Rica y Cuba, en la región y Nueva Zelanda, Suecia y Corea del Sur, fuera del Continente. El mensaje fue recibido.

El miércoles 24 de junio 2020, el Sr. Presidente reemplazó a la ministra de Salud, nombrando al viceministro como titular; quien al día siguiente, presentó al Concejo Consultivo de Salud, mismo que fue disuelto poco después; al anunciar un nuevo Concejo, que trabajaría en ejes temáticos; v. g: inteligencia epidemiológica; comunicaciones; atención comunitaria, etc. Estrategia, derivado de la milicia, también se usa para definir al conjunto de reglas capaces de asegurar la mejor decisión, en un momento dado. El rechazo masivo por el contrato de la CSS con una empresa investigada por corrupción y el intento de atraco con la venta de valores de la reserva financiera, por mil cien millones de dólares, fueron ignorados, mientras que la objeción de la exministra a la artimaña con los ventiladores y su petición de una auditoría del hospital modular, aparentemente, bastaron para su remoción. Que el mandatario expresara, pública y enfáticamente, su respaldo a los ministros respectivos no reduce, un ápice, el repudio ciudadano a la corrupción ni al silencio de la Procuraduría de la Administración.

La contingencia epidemiológica, con el sistema colapsado, que ya incluye contagios intrahospitalarios, demanda un cambio radical de estrategia; la salud pública se atiende, responsablemente o se paga con creces; como reflejan los recientes eventos, sobre todo en los sectores más vulnerables de la sociedad, donde las condiciones socioeconómicas propician mayor daño; gracias al desmantelamiento del sistema sanitario. Es, por tanto, urgente e inaplazable examinar todo, analizar las medidas y los resultados, y trabajar en planificación, organización, coordinación y metodología de evaluación, para que las decisiones sean centralizadas, técnicas, colegiadas y adoptadas en base a información objetiva. Priorizar la atención primaria impone entrar a las comunidades, con brigadas sanitarias, a organizarlas y concientizarlas de la pertinencia de sumar esfuerzos, lo que traducirá mayor eficiencia, reducción de daños y control de la crisis; para ello es indispensable fortalecer la comunicación y la educación, función de los educadores para la salud, de los trabajadores sociales y de los medios de comunicación. La vigilancia epidemiológica es determinante, y requiere pesquisa rigurosa de los contactos, detección temprana y aumento de las pruebas; apoyo económico realista, aislamiento adecuado, restricción de la movilidad, incluyendo cercos sanitarios, para evitar contagios y bajar la demanda de atención hospitalaria. Se debe llamar a los médicos que han tenido éxito en tratamiento y profilaxis. Y de haber funcionarios de salud, cobrando sin laborar, por cierre de sus centros de trabajo; deben incorporarse a las brigadas.

Los cambios en el gabinete, tanto como la falta de ellos, deben ser aclarados; porque, no obstante la costosa publicidad, un buen Gobierno no se logra hipotecando el futuro de varias generaciones, por vía del endeudamiento; mediante reacciones impulsivas, improvisando, y menos con histrionismo intimidatorio. El presidente se presentó al electorado afirmando que en su administración sería: “prohibido mentir, prohibido robar y prohibido traicionar al pueblo panameño” … “no habrá intocables; nadie estará por encima de la ley”; etc. Solo falta coherencia, transparencia y sensatez; la impunidad favorece el saqueo; urge corregir el rumbo y sanear desde arriba, porque corrupción con pandemia, causaría un daño irreparable, y aún es posible… ¿Usted qué opina?

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