• 08/08/2020 00:00

Ampliación de brechas a raíz de la COVID-19

El efecto de la COVID 19 es tal que el Informe sobre Desarrollo Humano 2020 (IDH-2020) pondrá el foco en alcanzar las aspiraciones de las personas en equilibrio con el planeta.

El efecto de la COVID 19 es tal que el Informe sobre Desarrollo Humano 2020 (IDH-2020) pondrá el foco en alcanzar las aspiraciones de las personas en equilibrio con el planeta.

En este sentido, el IDH-2020 señala que “Con demasiada frecuencia los informes sobre desarrollo se centran o en la naturaleza o en las personas. En el Antropoceno esta es una falsa dicotomía. La colaboración entre las ciencias naturales y sociales, así como las humanas, es cada vez más intensa, y ello está favoreciendo la aparición de nuevos enfoques capaces de informar el debate público y la toma de decisiones. El IDH-2020 se apoyó en estos estudios, agrupando los últimos hallazgos sobre los sistemas planetarios y un análisis de la desigualdad en el mundo bajo el prisma del desarrollo humano, donde los seres humanos y el planeta comparten un mismo destino” (PNUD. IDH-2020).

Conocido es que la principal característica de Panamá es la desigualdad entre los diferentes grupos humanos. Estas brechas aumentarán considerablemente por la actual pandemia, que ha transformado todos los órdenes que conocíamos hasta ahora.

Efectivamente, “Panamá tiene un modelo de crecimiento dinámico, pero concentrado geográficamente y orientado a los servicios. Se requiere una política social muy activa para reducir la desigualdad y potenciar las capacidades de toda la población”. (Linda Maguire, PNUD, en el lanzamiento de IDH2019).

Aun cuando no se ha realizado el Censo de Población y Vivienda correspondiente al 2020, en el Instituto Nacional de Estadística y Censo se cuenta con datos sobre la población y sus carencias. Además, disponemos del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que se ha calculado para el conjunto de la población y para los niños, niñas, infancia y adolescentes (IPM-NNA, 2018), ambos con el apoyo de Naciones Unidas.

Mientras el IPM para el conjunto del país es el 19 %, el de los niños, niñas y adolescentes (IPM-NNA) alcanza el 32.8 %. Es decir, 13.8 puntos porcentuales más alto. Algo estamos haciendo mal, cuando la generación de relevo es más pobre, que los que hoy trabajan y producen. Y esta brecha se agudizará como resultado de la actual pandemia.

Al analizar la distribución de los NNA en pobreza multidimensional entre las diferentes provincias y comarcas, nos encontramos que el 73.2 % de estos se encuentran en 5 de las 13 divisiones administrativas del país.

La Comarca Ngäbe Buglé es donde se encuentra la mayor cantidad de NNA en pobreza multidimensional, ya que uno de cada cuatro NNA en esta condición reside en esta comarca (24.9 %). Le siguen la provincia de Panamá, donde el 20.4 % de menores de 18 años están en pobreza (de estos, el 23.0 % se considera indígena), y continúan en número de NNA en pobreza las provincias de Panamá Oeste (49 114), Chiriquí (39 757) y Bocas del Toro (37 977).

Es solo un ejemplo de que las desigualdades están caracterizadas en grupos poblacionales y geográficos específicos. Se trata entonces de definir las políticas públicas necesarias para superar, o al menos disminuir, las enormes brechas que existen en Panamá.

No se trata de que no sepamos dónde no llega el agua potable, la electricidad, el internet. Sabemos hacia dónde hay que dirigir las acciones y los proyectos para resolver las necesidades básicas, hay que tomar cartas en el asunto.

No podemos seguir diciendo que tenemos el mayor crecimiento del PIB en la región, hay que llegar a la población con mayores desventajas, porque se acaban las oportunidades para la acción.

Ph. D.
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