• 26/07/2013 02:00

Conducta electoral hacia el 2014

‘Las próximas elecciones’, es el tema predilecto de algunos políticos tanto de Gobierno como de oposición y, por supuesto, habrá más de ...

‘Las próximas elecciones’, es el tema predilecto de algunos políticos tanto de Gobierno como de oposición y, por supuesto, habrá más de uno que no quisiera que se ese momento crucial llegara.

Está de más decir que para el pueblo en general, este tema viene acompañado de diversos sentimientos como estrés e incertidumbre. Para los que están en el Gobierno, esperanza para los que creen en alguna figura política hacia el futuro, avaricia para los que quieren el poder y, por supuesto, indiferencia para aquel, que no le importa quién suba o quién baje.

Realmente, esto ha logrado captar mi atención como abogada, ya que son muy pocos los especialistas en esta rama, como también debemos entender que el tema electoral no es simplemente ir a votar, incluye una serie de personas y acciones, que se irán desarrollando a lo largo de este periodo, pero que en muchos casos, la población panameña desconoce, porque en nuestro país hablamos todos los días de política, mas no de materia electoral.

Como bien sabemos, estamos a 10 meses de la contienda electoral y, a mi parecer, las figuras que participen en ella serán de gran influencia; sin embargo, la ‘conducta electoral’ será la que al final del día decidirá qué partido político y quién o quiénes en su representación ostentarán el poder y el privilegio de dirigir esta Nación.

Conducta Electoral, la defino como ‘la intención del votante’ y se divide en cinco ramas: los de largo plazo, corto plazo, coyunturales, indecisos e indiferentes.

Los de largo plazo, son aquellos votantes que están identificados psicológicamente con un partido político o candidato, por creencias ideológicas fuertes o familiares. En resumen, son aquellas personas que jamás se cambiarán de partido.

Los de corto plazo, son aquellos votantes que están en busca de un beneficio propio, psicológicamente no se identifican con ningún partido político o candidato. En resumen son aquellos que saltan de un partido a otro, en busca de nuevas oportunidades.

Los coyunturales, son aquellos votantes que no pertenecen a ningún partido político, pero que ejercen su voto según la situación del momento; es decir, si la salud o economía está mal, dan su voto castigo al gobierno en turno, mas no por un ideal político. En resumen son aquellos que actúan por una circunstancia, pero no políticamente.

Los indecisos, que son aquellos votantes que no definen su intención, ya que realmente no tiene opción previa; pero, son aquel conglomerado que psicológicamente puede cambiar ante las grandes campañas electorales y propuestas ofrecidas por los partidos políticos y definirse al final por alguno de ellos. En resumen, son aquellos que no están decididos, pero pueden decidirse en algún momento.

Los indiferentes, son aquellos votantes a los que no les interesa el tema electoral en general, les da igual quién ostente el poder o no encuentra ninguna motivación política que lo invite a ejercer su voto. En resumen, son aquellos que se abstienen de votar, porque no les interesa o no encontraron una figura a seguir.

Definitivamente Panamá siempre es centro de ‘novedades y rarezas’ y en conducta electoral no somos la excepción. Para estas elecciones 2014, será muy difícil definir quién podrá ganar y esto se debe a que en nuestro país se están dando tres fenómenos interesantes con respecto a nuestros votantes.

En primera fase tenemos aquellos que condicionan su voto a algún objeto o bien material; en segunda fase los que ofrecen su voto a varios partidos políticos a cambio de beneficios, pero cuando llega el momento no van a votar; y en tercera fase tenemos los que ofrecen su voto a un partido político específico a cambio de beneficios y en las urnas votan por el contrario a este.

Es lo que llaman algunos entendidos en la materia los ‘cazafortunas electorales’ y en nuestro país existen en grandes cantidades.

Siempre es importante establecer los orígenes de los problemas y a nivel sociológico se puede explicar claramente que las conductas electorales panameñas son el reflejo o la imitación de la falta de credibilidad de nuestros políticos. Como se diría en buen panameño, ‘el juegavivo’ aplicado a la inversa; es decir, no del político hacia el votante, sino del votante hacia el político.

Estoy segura de que quien esté leyendo este artículo, sea político o un simple ciudadano, no había previsto, este pequeño detalle, pero significativo y es importante que se sepa, porque marcará la diferencia en la próximas elec ciones.

ABOGADA.

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