• 04/01/2014 01:00

Salud 2014. ¡Cuídala tú!

H ace ya unos 20 años, viajando y aprendiendo de maestros o teorías más avanzadas, me di cuenta de que mi médico, general y especialista...

H ace ya unos 20 años, viajando y aprendiendo de maestros o teorías más avanzadas, me di cuenta de que mi médico, general y especialista, el más importante debía ser yo mismo. ¿La razón? Porque mi salud es un bien a mi cuidado, los médicos simples auxiliares a donde llevamos el carro orgánico si se nos pincha una llanta o se daña el motor.

Mucha gente, aún jovencitos, cuando llegan a ese taller (hospital o clínica), llegan tardísimo... hay que overjolearlos y a veces salen en envoltorios de pino o en condiciones graves, de por vida. ¡Cuántos tenemos en esas condiciones, y no solo ancianos!

En mi caso, el cuidado y la necesidad disciplinaria, me hicieron tener hasta los 30, una cintura de 28. Luego, hasta los 35, una de 30. Ya luego, se fue soltando. Hoy, el famoso vientre, producto del señorío de la edad, es mi compañero con el cual boxeo diariamente. Gracias a Dios, con buen promedio de salud. He visto enfermar gravemente a queridos sobrinos, y morir alguno a los 40. ¿Qué pasa? ¿Es solo el factor hereditario? NO. Hay un mar de fondo, grueso, oscuro. La medicina ‘moderna’, ni es tan medicina ni lo otro.

En el Reino Unido, una gran doctora, premiada, ha sacado en el 2003 un best seller titulado en inglés ‘Muertes por la Medicina Moderna’. La famosa Biblia Médica la ‘FDA’ — la que nos dice que es bueno —, según datos confiables, (busquen la web del Dr. Mercola, de USA) — está penetrada por una santa mafia de científicos. De 16, del comité que decía lo bueno y lo malo hace 40 años, 12 quedaron como accionistas de 50 empresas farmacéuticas mundiales. ¿Qué van a cuidar? Esas transnacionales facturan más que el narcotráfico y las armas.

El Estado panameño — no hablo de este régimen — lleva un historial larguísimo de Cero Cultura Preventiva. Cero. Los médicos estudian durísimo, son bien preparados, a nivel químico, quirúrgico, farmacológico, aparatólogo; no más. El Estado solo se dedica — como gran conquista — a hacer hospitales. No hay un dólar para investigación, el médico no es culpable. Todo es hospital, somos tal vez el de más hospitales de la región latinoamericana, proporcionalmente. Y aún nos amenazan con ciudades hospitalarias.

Grave confesión del fracaso del modelo de salud pública. Nadie nos previene; por ejemplo de que tragamos azúcar y sal, que nos conducen a graves patologías. Diabetes desde niños, como en Estados Unidos, presión alta, daños renales. En Gringolandia, nuestro modelo ideal, cierto que se llega a los 83, creo, pero hechos leña; con arterioesclerosis, derrumbados en sillas de ruedas. Eso lo estamos imitando. Hay ausencia de prevención en MINSA y CSS. ¿O miento?

Con los billones de propaganda — con nuestros dólares — ¿qué tan difícil es que en todos los restaurantes — sin prohibiciones — como en el caso del tabaco, haya letreritos que nos digan: ‘Cuidado, el exceso de azúcar (que también está en pastas, arroces, postres, jugos, sodas, chichas) puede ocasionar diabetes, problemas cardiovasculares, etc. El exceso de sal, puede ocasionar retención de agua, alta presión, infartos, embolias.’. Los cines son aliados de las funerarias. ¡Esos ricos y desgraciados cubos de popcorn!

¿Vemos una sola cuña publicitaria que nos diga de eso? Y eso que aún no llega a Panamá casi nada del tema de las emociones y las enfermedades. ¡Cuídate tú!

ABOGADO Y MILITAR RETIRADO.

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