• 13/06/2021 00:00

Perdieron los incas y ganaron los incapaces

“En Lima no será fácil comprar a los militares, pues, […], en los cementerios el Ángel y el Presbítero Matías descansan más de 36 mil muertos, entre militares y civiles, por iniciativa de los 50 mil terroristas de Sendero Luminoso”

Con el ascenso de Pedro Castillo, el maestro comunista en el Perú, como nuevo títere de la internacional socialista, a los comunistas les costará muchísimo atornillarse en el poder, como lo hicieron en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En Lima no será fácil comprar a los militares, pues, a diferencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua, en los cementerios el Ángel y el Presbítero Matías descansan más de 36 mil muertos, entre militares y civiles, por iniciativa de los 50 mil terroristas de Sendero Luminoso.

Además, hay que ver que todavía en lo espeso del chicheme de América Latina pensante, de alguna forma, prevalecen en forma natural las inspiraciones separatistas comenzadas por las colonias portuguesas y españolas en los albores del siglo 19, que tuvieron sus raíces en las revoluciones europeas y gringas; la inglesa de 1688, la norteamericana en 1776 y, un siglo después, la francesa de 1776, movimientos que impactaron grandemente en Iberoamérica, estrictamente basados en el derecho a la propiedad, junto al de la vida y de la libertad. Inspiraciones pegadas como una lapa en los cerebros revolucionarios iberoamericanos hasta en lo más alto del Machu Pichu, bajo el liderazgo de la burguesía criolla, gracias a que en esos tiempos ni había nacido el filósofo del mal Carlos Marx (1818-1883), que murió de forúnculos, como para influenciar en el pujante mundo capitalista europeo y norteamericano de la libertad.

Ustedes verán que los falsos quijotes, ahora que ganaron en el Perú, utilizarán su viejo librito sistemático para crear la capa base para arruinarle la vida a todos los peruanos.

Primero, como es su costumbre, llenarán con los mejores vagos sindicalistas y comunistas las viviendas y propiedades de los de clase media para arriba, que taparán los inodoros, arruinarán las fincas y finquitas y vaciarán las refrigeradoras; acto seguido, comenzarán las grandes expropiaciones por parte del Estado, de manera que ocurra el mayor flujo posible de migrantes para que el nuevo Gobierno forme un ejército aparte con los suyos, o sea, con los incapaces capaces de repartir la miseria equitativamente.

Economista, escritor costumbrista.
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