• 18/02/2012 01:00

Minería responsable, industria del año

N uestro país vivió días difíciles a comienzos del presente mes. Todo el país estuvo en ascuas ante lo que se generaba en el Oriente chi...

N uestro país vivió días difíciles a comienzos del presente mes. Todo el país estuvo en ascuas ante lo que se generaba en el Oriente chiricano, que se extendió a las regiones del país en donde habitan nuestros compatriotas de la etnia Ngäbe Buglé. Nos queda la experiencia de que ‘ya no hay indio pendejo’, como era costumbre decir a los políticos de antaño y de ahora, al referirse a nuestros hermanos indígenas, cuando se trataba de darles el respeto que se merecen.

Nuestras etnias han logrado ganar respeto entre la clase política, no se puede negar que ahora actúan dirigidos por elementos foráneos, que les dictan pautas y lanzan líneas políticas, las cuales muchas veces no son las mejores. Sin temor a equivocarme, opino que la gran mayoría de los panameños respaldamos la intención de los líderes y pobladores de las comarcas para exigir un alto a la explotación minera, o a que se les valore como sociedad, y las concesiones no sean solo para beneficiar a las empresas explotadoras.

Durante la incertidumbre que se vivió con los cierres de vías, los enfrentamientos, heridos y el triste espectáculo que el mundo observó con interés, salieron los eternos enemigos del proyecto Petaquilla, quienes en su intento por confundir al país y a los moradores de las comarcas, exigieron que se anulara la concesión, sin pensar que la misma no está dentro de los linderos de ninguna área comarcal.

El proyecto de Donoso ha sido, es y será el mejor ejemplo que puede exponer la industria minera, por cumplir con todos los cánones de solidaridad con el ambiente, de respeto a la naturaleza, pero sobre todo el de Responsabilidad Social Empresarial. Y para ello, solo basta recorrer el área de injerencia para observar las condiciones de vida, laborales, de salud, educativas, de mejoramiento vial, de perspectiva de desarrollo, de estabilidad laboral que se cumple, al pie de la letra, inclusive más allá de lo que han exigido los panameños que están dentro de las áreas de explotación y sus adyacencias.

Todas las campañas que se le han intentado montar, se han caído ante la sustentación de los entes que regulan el sector, de los ecologistas de verdad y de los entes que regulan la minería, sin dejar de mencionar a los expertos que tiene la empresa en el área y en sus oficinas. No es casual que Petaquilla Gold haya sido seleccionada por la Asociación Panameña de Exportadores —APEX—, por segundo año como la Industria del Año, tomando en cuenta que la minería responsable que aplica la mina de Donoso representa el primer rubro de exportación del país.

La experiencia desarrollada en Donoso, es tal, que se copian modelos similares en naciones como España y Portugal, en donde se aplicarán los métodos de conservación del medio ambiente y de protección de la flora y fauna, como se hace en Panamá. La solidez económica de la empresa está sustentada por sus accionistas que tiene en todo el mundo.

Considero que nuestros hermanos de la etnia deben ser más abiertos a escuchar los planteamientos que hace el Ejecutivo, en lo concerniente a la explotación de los recursos hídricos. Solo basta con hacer una retrospectiva de los epítetos que le lanzaron a Omar Torrijos cuando tomó la decisión de ver con luces largas, la proyección positiva en el tiempo que se daría con la construcción de las hidroeléctricas que hoy son realidades tangibles, que rinden fruto en la economía de nuestros hogares, por la baja en el valor del kilovatio/hora.

Debemos valorar más a profundidad la explotación de los recursos hídricos. El combustible fósil, que explotan las naciones petroleras, asfixia a las naciones que dependemos de ello. Por eso, debemos depender cada día menos del petróleo. Simplemente para los que están detrás de la dirigencia indígena, que han tenido que mostrar el rostro en la mesa de negociaciones, permitan y hagan comprender a nuestros hermanos ngäbes que las hidroeléctricas, bien desarrolladas, no representan un peligro, al contrario, son una ventaja a mediano y largo plazo para todos en Panamá.

PERIODISTA

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