• 05/10/2023 00:00

Ateísmo, cristianismo, homosexualidad y la Biblia (2)

La generación actual anhela y es alimentada de superficialidad e irracionalidad, y orgullosa de su mediocridad

“Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, habrá salvado un alma de la muerte” (Santiago 5:20).

Vivimos en una era de sinrazón. Una era en la que el género no está definido y la inmoralidad es lo que hace feliz a muchas personas. Vemos una epidemia psicológica a nuestro alrededor, una revolución social de un totalitarismo cultural impuesto, donde no se permite ninguna discusión, evidencia o alternativa, y una mentalidad de víctima creada por la manipulación del género que ha producido grupos crecientes de víctimas; homosexuales, transexuales, feministas, determinados grupos raciales y étnicos, etc.

Hay un ataque a la libertad de expresión y un repudio al sentido común y la racionalidad. La moral se ha derrumbado, la honestidad esfumado y la disciplina perdida.

La generación actual anhela y es alimentada de superficialidad e irracionalidad, y orgullosa de su mediocridad.

La gente está satisfecha con argumentos, pensamientos y razonamientos y sin sentido, con entretenimiento y música basura, y artistas vulgares y mediocres.

Según pastores cristianos, al abandonar a Dios y la religión hemos desatado esta era sin sentido, donde en Estados Unidos y otros países, muchos no saben qué es una mujer, y se les confunde y miente maliciosamente sobre un elemento fundamental de su identidad.

Estas mentiras no son diferentes a las mentiras de la serpiente en el jardín de Edén, cuestionando la palabra, el propósito y diseño de Dios.

La Biblia nos dice que Dios creó al hombre a su propia imagen, lo que significa que Dios le dio al hombre características innatas e inmutables. Entonces, nunca debemos arrepentirnos de una característica inmutable dada por Dios. Sería criticar y encontrarle fallas a Dios. Es ridículo pedir disculpas por haber sido creado macho o hembra.

Los grupos ateos y marxistas tienen como objetivo deconstruir la creación de Dios. Su teología dice que vinimos al mundo accidentalmente mediante un proceso evolutivo sin características inmutables. Que no fuimos creados a imagen de Dios, porque no fuimos creados, simplemente evolucionamos sin ninguna característica innata o inmutable, y que el género no es inmutable, por lo tanto, las personas deben decidir ser hombres o mujeres.

¿Habrá algo más destructivo que eso?

Es una verdadera tragedia, ya que vemos esfuerzos concertados para sacrificar la verdad, la realidad y a Dios en el altar de la diversidad, inclusión y equidad.

Los sentimientos de las personas ahora son más importantes que la verdad. En este mundo “progresista” de hoy, puedes meterte en serios problemas si hieres los sentimientos de alguien con la verdad. Esa verdad ahora es discurso de odio, y discurso de odio es cualquier cosa con la que no estás de acuerdo.

¿Cómo puede alguien ser libre si no se le permite pensar por sí mismo? Es allí donde nos dirigimos por el silencio, temor y complacencia de la mayoría.

Esa es la razón por la que están tratando de destruir a Donald Trump, y esconder la verdad sobre el levantamiento en el Capitolio, porque tendrían que admitir que ese movimiento populista 'América Primero' inspirado por Trump, se ha convertido en una fuerza capaz de acciones de masa espontánea, y esa energía de sus frenéticas concentraciones masivas también evolucionó en un movimiento capaz de tomar el Capitolio de Estados Unidos en pocas horas. Luego, tienen que destruir a Trump, aplastar a sus seguidores y mantenerlos presos con cargos inventados para quebrar el movimiento.

La única manera de deshacerse de la enfermedad, las mentiras, el odio, la violencia y las manipulaciones, extendido por todo E.U.A y otros países, es deshacerse de la causa. La izquierda marxista ha consumido y destruido al partido demócrata y lo ha obligado a aceptar los preceptos del socialismo, y han descendido a la locura.

Por otro lado, si queremos entender adecuadamente el matrimonio, que tiene sus raíces en el origen de las especies, tendríamos que entender adecuadamente el capítulo bíblico de Génesis. Nuestra comprensión de Génesis es crucial para comprender eso del matrimonio entre personas del mismo sexo, la homosexualidad y lo inapropiado que son.

El capítulo 2 de Génesis dice lo siguiente: “...por lo tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

En ese verso las categorías destacadas son padre y madre, marido y esposa, lo que deja claro que el matrimonio debe entenderse como una relación entre las dos mitades correspondientes de la humanidad, el hombre y la mujer.

El matrimonio debe entenderse dentro del contexto de familias que procrean, o tienen el potencial de procrear, y el concepto de convertirse en unión de una sola carne tiene que ver con el correspondiente complemento de hombres y mujeres, y cómo esa unión da frutos.

También debemos entender la santificación bíblica del matrimonio, en el sentido de que hay una santidad o divinidad en el matrimonio que produce una familia.

La homosexualidad, de acuerdo a la pastoral cristiana, es una violación del orden creado, que denuncia y traiciona la procreación y niega la necesidad de santificación, mientras toma lo que Dios llama pecado y abominación y lo llama justo. Es también una blasfemia a la ilustración de Jesucristo y su novia, la iglesia.

La homosexualidad es única, ya que es el único pecado en la Biblia considerado abominación por el cual Dios destruyó dos ciudades con fuego y azufre.

Lo descrito en Génesis no pretende ser un libro de texto científico. Su intención es ser una descripción de quién es Dios, quiénes somos nosotros y cuál debe ser nuestra relación con Dios.

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