• 03/05/2024 23:00

Tipologías de la informalidad

Si bien Panamá no es de los países con más alta informalidad en la región, sí es uno de los pocos países que su informalidad se ha mantenido creciendo durante varios periodos de tiempo. Es tal ese crecimiento que para el 2022 la informalidad alcanzo un 48.2 %

En una investigación llevada a cabo para el 2023 en Panamá acerca de la informalidad y sus posibles tipologías, se buscó aplicar un análisis exploratorio y comparativo entre 2019 y 2022 de las generalidades y particularidades que existen tanto en el mercado laboral, como más específicamente el sector informalidad.

Si bien Panamá no es de los países con más alta informalidad en la región, sí es uno de los pocos países que su informalidad se ha mantenido creciendo durante varios periodos de tiempo (OIT). Es tal ese crecimiento que para el 2022 la informalidad alcanzo un 48.2 % según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Este nivel de informalidad ha sido uno de los mayores alcanzados en 18 años, superado solo por el 2020, año de la pandemia.

La informalidad, si bien es una vía de escape ante el desempleo. La misma puede tener efectos negativos tanto en lo económico, como en lo político y social. Una alta informalidad conlleva un aumento de la población vulnerable, sumado a características de este sector como una baja productividad, carencia de bienes de capital y acceso al crédito, por lo que los ingresos de estas personas son inferiores a los del sector formal, por otro lado, una alta informalidad, tiene como efecto una caída de la recaudación creando una desmejora de los servicios públicos, lo que se traduce en una desmejora para quienes demandan dichos servicios.

Se buscó, además para bien o para mal, alejarse de la definición y metodología empleada para la definición de la informalidad empleada por el INEC. El propósito de poder capturar la mayor cantidad de personas y observar sus características, así como también posibles comportamientos o realidades que la definición oficial no logra cubrir. Como también poder observar segmentaciones del mercado, la prevalencia de modos de producción y trabajo infantil.

Es así como para esta investigación se define a un informal como todas aquellas personas mayores de 10 años, agrícola, que no es asegurado directo de la Caja del Seguro Social.

Los resultados: Es importante aclarar que, al emplear una definición diferente a la utilizada por el INEC, los datos no van a ser los mismos a los oficiales. Por ejemplo, para el 2019, según el INEC la informalidad era de un 44.9 % mientras que en esta investigación la informalidad para ese mismo año fue de un 48.8 %. Para el 2022, el INEC reportó una informalidad de 48.2 % y el estudio reveló una informalidad de 51 %.

Dentro de las generalidades y particularidades se encontró que el sector formal e informal son muy similares. Esto quiere decir que la mayoría de quienes están en ambos sectores se caracterizan por ser hombres, entre 30 y 45 años, con estudios secundarios que trabajan entre 25 y 47 horas semanales. Esto quiere decir que el mercado laboral se informalizó, debido a la forma en que la informalidad ha permeado el mercado laboral.

La existencia de una diferencia significativa en los niveles de ingresos. Mientras, un informal pasó de ganar 468 dólares a 550 entre 2019 y 2022. Una persona formal paso de 1075 a 1670 dólares. Validando así el argumento del sector informalidad como un sector de subsistencia o precariedad.

Se encontró que la informalidad captura o que hay características que son más propenso a pertenecer a la informalidad. Es así como personas sin grado de estudios, hombres, que trabajen dentro del sector formal, que se encuentren ubicados en zonas comarcales, que ganen menos de 600 dólares al mes y que reciban algún tipo de asistencia estatal, son mayoritariamente informales.

Por último, las tipologías generadas por medio de clústeres empleando variables sustentadas por la literatura, generaron tanto para 2019 como para 2022 tres grupos que se mantuvieron durante estos periodos, mostrando así la robustez de las variables, pero a su vez nos indica cómo la informalidad ya no es un tema cíclico, sino estructural.

Obteniendo de esta forma un grupo solo conformado por mujeres, en su mayoría cónyuges y jefes de hogar, que laboran dentro del sector de comercio al por mayor y al por menor como cuenta propia, y dos grupos conformados por hombres. Un grupo por hombres más jóvenes, generalmente hijos que laboran dentro del sector privado en el sector agrícola, y el otro conformado por hombres de mayor edad, jefes de familia que laboran como cuenta propia dentro del sector agrícola.

Pudiendo decir, que ser mujer es diferenciador dado la concentración en un solo grupo de 92.3 % mujeres. Para el 2019, el grupo que menos ingreso percibió fueron las mujeres con 379 dólares, seguido por los hijos con 388 y por último los adultos mayores con 627 dólares. Aunque para el 2022, debido quizás al alto nivel educativo que tienen las mujeres, le permitió afrontar mejor la pandemia (Nadal et al., 2023) logrando así pasar a percibir un salario de 546, mientras los hijos percibieron 506 y los adultos mayores se mantuvieron con mayores ingresos al percibir 585 dólares.

El autor es economista
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