• 22/12/2008 01:00

Los dos lados de la moneda

Cuando el cielo de noche se torna rojo naranja sin duda se trata de las asesinas bombas de los Estados Unidos de América irrumpiendo la ...

Cuando el cielo de noche se torna rojo naranja sin duda se trata de las asesinas bombas de los Estados Unidos de América irrumpiendo la paz de Panamá en la víspera de la Navidad del ‘89. La luna llena y la mejor tecnología militar acompañan a los invasores que bajo el lema “Causa Justa”, cometen el más grande genocidio perpetrado en la historia de la República de Panamá, por el cual nunca se abrió causa penal en ningún recinto judicial del mundo. Los muertos de la invasión parecen no contar para nadie.

Es triste, pero cierto que mientras unos morían por su patria otros cenaban con el enemigo. Da lástima, pero cuando se pidió que se incluyera en el censo una pregunta para determinar si un familiar suyo murió en la invasión el gobierno de turno se negó. Así empieza la democracia en Panamá, un grupo que apoya y pide la invasión, la cual trajo como consecuencia la muerte de muchos panameños; y otro grupo que da la vida por su país, no por Noriega, sino por plena convicción. Un grupo de mujeres también bochornoso que se entrega en cuerpo y alma a los soldados yankees , basta recordar el chiste de que en Panamá se inventó el bebé tanqueta o aquella publicidad de Dairy Queen donde una mujer le tira un beso a un soldado norteamericano. Mismo soldado que deja sin hijos a otro grupo de mujeres que lloran hoy.

Dos lados de una misma moneda que se llama Panamá. Cuántos nombres, cuánta sangre, ninguna comisión, ningún reconocimiento. Tal vez la moneda tenga dos lados, de uno, los pusilánimes; y del otro, los decididos. Han pasada 19 años y que nuestros hijos no sepan la verdad sobre la invasión es algo que no debemos permitir. El 20 de diciembre muchos fueron al cementerio, mientras la mayoría nos ocupamos de las compra, nada me asombra que los medios den poca o casi nada de cobertura a este triste evento. Prohibido olvidar a los héroes de 1989, que con su silencio nos gritan justicia.

Cuando estés triste, cuando te ofrezcan una coima, cuando te pidan traicionar tus principios o, peor, a tu país, piensa en aquellos que murieron y tendrás el valor para construir un país valiente y libre que ama la verdad.

-El autor es abogado.orieldom@hotmail.com

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