• 30/05/2022 00:00

La etnia negra en las figuras de Felipillo y Bayano

De acuerdo con la Ley 9 del año 2000, sancionada por la presidenta Mireya Moscoso, se celebra cada 30 de mayo el día de la Etnia Negra. Su propósito es resaltar su cultura y costumbres.

De acuerdo con la Ley 9 del año 2000, sancionada por la presidenta Mireya Moscoso, se celebra cada 30 de mayo el día de la Etnia Negra. Su propósito es resaltar su cultura y costumbres. En toda la población panameña se estima que el 40% de nuestra población es afrodescendiente. En diferentes escuelas e instituciones del país se realizan eventos resaltando la idiosincrasia de este importante grupo. Gracias a los afrodescendientes, no solamente contamos con su música, sino también con su gastronomía, bailes, atuendos, collares multicolores que son parte de su vestimenta tradicional.

Desde la llegada de los esclavos que fueron traídos por los conquistadores españoles en el siglo XVI a Abya Yala (América), y en el caso de Panamá, la mano de obra de los negros ha sido pieza fundamental para los trabajos de construcción del Canal de  Panamá.

Revisando la historia de nuestro país, y en conmemoración del día de la Etnia Negra, salta a la vista el nombre de Felipillo y Bayano, considerados rebeldes e intrépidos. Lograron zafarse de los ataques sangrientos. Felipillo, figura de gran relevancia como caballero que se llenó de coraje, escapó de las garras de agresores; sus acciones fueron las más notables y conocidas. Felipillo y Bayano fueron muy temidos, sus nombres eran frecuentemente mencionados por los explotadores.

Portobelo era uno de los puntos donde arribaban los esclavos. Muchos de ellos no soportaban las duras tareas que se les imponían, se escapaban de los poderes y abusos de sus secuestradores, buscando sobrevivir entre la espesura de la selva. En 1527, los negros eran sometidos brutalmente, condenados por sus opresores. Los conquistadores españoles se encargaban de decapitarlos cuando no cumplían sus órdenes a cabalidad. Muchos de ellos fallecían en el acto, porque no soportaban los crueles castigos. Fray Bartolomé de las Casas atendía a los negros, los trataba bien hasta cuando Carlos V sancionó como legal la compra de africanos para traerlos a América para realizar trabajos forzados, porque según ellos, eran los que más rendían en esos quehaceres. Después, un decreto real puso fin al trato insensible, brutal y feroz, el 30 de mayo de 1820.

Felipillo creó un palenque en el golfo de Darién que fue bautizado como San Miguel Arcángel. Él era un hombre trabajador, que le gustaba la vida pacífica. También era un excelente pescador y cazador que logró conformar una gran comunidad trabajadora en el este de la ciudad de Panamá que actualmente lleva su nombre.

Felipillo, junto a sus compañeros, conformó su propia comunidad en las montañas, creó sus propias leyes como una manera de sobrevivir. Enseñó a sus compañeros a defenderse. No obstante, sabía que los españoles eran más numerosos que ellos, que contaban con armas que en cualquier momento podían ser aprehendidos.

Los historiadores Juan Sosa y Enrique Arce, en el libro Compendio de historia de Panamá, afirman que “a principios de la incursión de negros al país, un grupo de ellos, perdidos en la selva y después naufragados, fueron a dar a las costas de San Blas, escogieron a Bayano como su rey”. En memoria de él está bautizado el río Bayano.

Los constantes ataques de los españoles llevaron a Felipillo a defenderse. Lo despojaban de sus pertenencias. Sus acciones de defensa servían para aumentar sus seguidores, lo cual representaba una amenaza para la Corona. Este hecho causaba la reacción de ira de sus adversarios. Era considerado uno de los cimarrones a quien había que aniquilarlo, porque representaba un peligro latente para sus verdugos.

Fue el gobernador Sancho Clavito quien mandó al capitán Francisco Carreño a apresar, controlar las acciones de Felipillo y quemar totalmente su aldea poniendo fin a su vida heroica. Temían tanto su lucha por el crecimiento de su palenque. Felipillo planeaba los asaltos a los españoles, les quitaba sus armas. Por las noches, aprovechaba el sueño profundo de sus detractores, liberaba a sus compañeros. Mientras convivió con ellos en la selva, les enseñó el arte de cultivar la tierra y cazar.

Felipillo murió defendiendo sus derechos, los ideales en los que él más creía. Las acciones heroicas de Felipillo, de todos que fueron traídos en contra de su propia voluntad para realizar trabajos forzados, hicieron posible una cultura diversa en un mundo que todavía no parece comprender que la diversidad de culturas hace grande a las naciones. Después de Felipillo, Bayano siguió peleando al lado de sus aguerridos compañeros.

Panamá, aunque un país pequeño, posee una gran diversidad de culturas y etnias, una historia única y singular, que lo convierten en un gran país. Gracias a la llegada de los negros a Panamá, nuestra cultura es mestiza y rica en diversidad cultural. En esta fecha tan especial, un saludo fraternal a todos los compatriotas de la etnia negra. Referencia bibliográfica Chong, Moisés, Historia de Panamá. Revista Cultural La Soga, 2017.

Docente e investigador
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