El objetivo principal de este equipo interinstitucional, según el Ejecutivo, será gestionar la crisis social y laboral que enfrenta la provincia
- 08/10/2022 00:00
Grau y Prado: vectores de una página del interamericanismo peruano
“Que se le dé el nombre de ‘Leoncio Prado’, a una de las nuevas unidades de la Marina de Guerra Constitucional, como tributo de recuerdo y admiración a quien dotó a Cuba de la nave guerrera donde flameó, por primera vez, nuestra enseña nacional y en homenaje de gratitud a la República del Perú y a la memoria de los hijos suyos que lucharon por la libertad de esta Antilla” (fragmento de la Moción Senatorial aprobada por unanimidad por el Congreso Cubano, noviembre 1942).
La fecha para la botadura de la nueva embarcación quedó fijada para el 30 de setiembre de 1944. El senador cubano Emilio Núñez Portuondo, designado Embajador en Misión Especial, viajó, vía Panamá, hasta Lima para formular la invitación respectiva al Gobierno peruano que la aceptó inmediatamente.
La cancillería peruana vio propicia la ocasión para alcanzar dos objetivos; el primero, reimpulsar el interamericanismo afectado por la Segunda Guerra Mundial y la guerra de límites de 1941 en la frontera norte de la nación; y, el segundo, llevar adelante sendos homenajes a la memoria de Miguel Grau -héroe del Combate de Angamos del 8 de octubre de 1879- en Cuba, Panamá y Honduras.
La delegación peruana fue rápidamente constituida con el doctor Mariano Prado a la cabeza como Embajador en Misión Especial acompañado por dos senadores, tres diputados, tres miembros de la Sociedad Fundadores de la Independencia del Perú, tres agregados castrenses de las tres fuerzas armadas, un agregado de prensa y un Ministro Consejero, así como los cuatro Secretarios de la embajada. Al mismo tiempo, se comisionó a un crucero de la Armada peruana que, al mando del Comandante General de la Escuadra, esté presente en las ceremonias. Todos deberían estar en la isla el 27 de setiembre de 1944.
El buque que cruzó el Canal de Panamá en setiembre de ese año con dirección a Cuba fue el “BAP Almirante Grau”, un crucero de la Clase Scout de 3,250 toneladas, construido especialmente para el Perú en el astillero de Vickers Son’s and Maxim Barrow (Inglaterra). Fue botado el 27 de marzo de 1906 y arribó al Perú el 10 de agosto de 1907. Alcanzaría los cuarentaicinco años de servicio pasando a la Reserva Naval el 30 de junio de 1952 y dándosele de baja el 24 de junio de 1958 (Marchessini, 2019).
No era la primera vez que el BAP Grau estaba en Panamá. Entre 1924 y 1925, fue sometido a trabajos de modernización en los astilleros de la Zona del Canal de Panamá. “Los trabajos efectuados consistieron en un mejoramiento de la planta propulsora, retubado de las calderas y la modificación para consumir petróleo en vez de carbón, con capacidad para 500 toneladas de bunker […] Adicionalmente se le renovó el sistema eléctrico en su totalidad comprendiendo la iluminación, cableado y circuitos. Se le dotó también de equipos más modernos de radiocomunicaciones” (Fisher, 1975).
Más tarde, en mayo de 1932, el BAP Grau volvería a cruzar el Canal de Panamá para integrarse a la denominada “Fuerza Avanzada del Atlántico” lo que le permitió hacer escalas en Curazao e isla Trinidad antes de arribar a Pará en Brasil. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el buque fue camuflado y cumplió labores de vigilancia en la costa norte del Perú hasta la decisión presidencial de trasladarse como Embajada Itinerante, en 1944, hasta Cuba para asistir a los actos conmemorativos de las proezas de ilustres peruanos que lucharon por la independencia de la isla cuando estalló la Revolución de octubre de 1868: los hermanos Grocio, Justo y Leoncio Prado.
Dado que la botadura del buque y las ceremonias conmemorativas concluyeron el 7 de octubre, la delegación peruana aprovechó la oportunidad para permanecer en Cuba hasta el día 8 y rendir homenaje al Héroe de Angamos. Acto que estuvo presidido por el embajador Prado y por el Capitán de Navío Mariano Melgar, Comandante General de la Escuadra y del BAP Grau, acompañados por representantes de las autoridades civiles y castrenses cubanas. Al mismo tiempo, partía de La Habana el Ministro Consejero de la embajada peruana, Juan Elguera, con dirección a Honduras para llevar a cabo similar homenaje.
El buque peruano retornó a El Callao vía Panamá, situación que fue propicia para conmemorar dos efemérides nacionales, el sexagésimo quinto aniversario del Combate de Angamos y el trigésimo aniversario del paso de la primera unidad naval peruana -el cazatorpedero “Teniente Rodríguez”- por el Canal.
En sus primeras declaraciones en tierras panameñas, el Comandante Melgar, acompañado por el Ministro Consejero César Canevaro de la embajada peruana en el istmo, transmitió los mensajes de saludo tanto del Presidente peruano Manuel Prado como del titular del entonces Ministerio de Marina Contralmirante Federico Díaz Dulanto. Todavía no existía un parque consagrado a Grau -ello acontecería unas décadas después- por lo que el homenaje se llevó a cabo en el recinto donde se encontraba el Busto del prócer Faustino Sánchez Carrión -figura de bronce sólido donada por el presidente Leguía a Panamá en 1923, hoy reubicada en la nueva Plaza Perú de esa ciudad- y de cuya ceremonia procede esta cita cívica:
“En esta fecha memorable en la que la nación panameña se apresta a rendir homenaje a un esclarecido hijo del Perú, mi patria también dedica emocionado recuerdo a los forjadores de la independencia panameña; a esa pléyade de patriotas ilustres que sin más elementos que el arrojo personal dominaron el hado adverso que se ensañaba contra la causa de la emancipación. La delegación peruana, identificada con los sentimientos de nuestros compatriotas, cuyo culto a los Héroes del Perú, es piedra angular de nuestra cultura cívica, deposita esta ofrenda ante este bronce que perpetúa las expresiones de amistad con este gran pueblo, y es el tributo de su fervorosa admiración a Grau”.
Progresivamente, la diplomacia peruana avanzaba así hacia su meta de reforzar el civismo nacional a través de la difusión de la trayectoria de quien más tarde sería declarado “el Peruano del Milenio”.