• 14/07/2023 00:00

Qué hay detrás de la inflación más baja de la región

“¿Cuál es la capacidad del Gobierno para controlar o reducir la inflación en Panamá? Prácticamente, es muy poco lo que puede hacer. En realidad, al pretender que pueden reducirla o controlarla, lo que terminan haciendo es un daño más grande [...]”

Parece que el presidente Nito Cortizo y su Gobierno quieren atribuirse la baja inflación como éxito de su gestión. Resaltan que Panamá es uno de los países con más baja inflación en la región y en el mundo, como si fuese gracias a su gestión y sus políticas. ¿Pero es posible o solo nos están usando para mejorar su imagen?

El ministro Alexander, más que nadie sabe, o quiero creer que sabe, que “La inflación es siempre y en todo momento un fenómeno monetario” y es que nadie mejor que un discípulo de Milton Friedman para tener esto claro. Lo que no sabemos es si ha dedicado tiempo para explicárselo al presidente y vicepresidente o es que a ellos en el fondo simplemente no les interesa.

Sea como sea, la inflación se puede deber a dos causas, como lo define Alberto Benegas Lynch. La inflación puede deberse a un fenómeno exógeno y a otro fenómeno endógeno, causados por cambios en los precios relativos y los costos de producción.

El fenómeno exógeno es aquel causado por la intervención del Gobierno, por medio de los bancos centrales y la manipulación del dinero, la tasa de interés y coeficiente de reserva o encaje legal. Esto quiere decir que, cuando un Gobierno imprime o crea más dinero vía expansión monetaria, se origina un desajuste entre la oferta y demanda de dinero, dado que habrá más dinero en circulación del que se está demandando. Dando como consecuencia un aumento de los precios, porque ahora las personas tienen más dinero en sus manos y demandarán más bienes y servicios, lo que reduce inventarios o genera escasez, por lo que los precios terminan subiendo. Otra forma de entender este exceso de dinero es que a mayor dinero en circulación menor valor tendrá (devaluación) y con ello, las personas demandarán más dinero para comprar los bienes y servicios que antes compraban con una cantidad de dinero inferior.

Panamá, a diferencia de otros países, no tiene Banco Central, tampoco tiene su propia moneda, lo que impide al Gobierno imprimir o crear dinero o manipular tasas de interés, como lo han hecho muchos países del mundo y la región. Estados Unidos es uno de ellos, donde en un año aumentó de una manera desproporcionada su dinero en circulación, dando como resultado una inflación no vista en décadas.

¿Cómo si usamos dólar no tenemos la misma inflación que Estados Unidos? En primero lugar, para tener más dólares tenemos que comprarlos, y segundo es que nuestro nivel de masa monetaria solo aumenta a medida que nuestro nivel de producción aumenta o disminuya, con ello dependerá si se demanda u oferta más dólares. Por ello, se puede decir que nuestro mercado de dinero en Panamá casi siempre está cercano al punto de equilibrio, y eso lo demuestra el histórico de inflación en el país, donde en promedio se ha mantenido entre 1990 y el 2022 menor al 2 %.

El fenómeno endógeno es una situación del mercado y de su estructura productiva, donde por medio de variaciones dentro de los precios relativos, materias primas, costos de producción y de transacción, se generan cambios (aumentos o disminuciones) de los precios de los bienes y servicios finales. Esta inflación o deflación es solo duradera hasta que el mercado se autorregule o nuevamente oferta y demanda tiendan al precio de equilibrio. Es así como entre 2020 – 2022 Panamá tuvo variaciones en sus precios, a raíz de los cierres de las economías que afectaron la cadena de suministro y, por otro lado, por la guerra en Ucrania, lo que causó que los costos de producción, así como las materias primas experimentaran un alza en sus precios.

¿Cuál es la capacidad del Gobierno para controlar o reducir la inflación en Panamá? Prácticamente, es muy poco lo que puede hacer. En realidad, al pretender que pueden reducirla o controlarla, lo que terminan haciendo es un daño más grande del que existía antes de que intervinieran.

Controles de precios, subsidios a la producción, congelamiento de precios y tasas de interés, para mantener los precios bajos y controlar la inflación. Lo que terminan es enviando señales erróneas a los empresarios y a individuos, cambiando sus preferencias temporales y sus comportamientos dentro del mercado, generando así, de manera general, una mal inversión dentro de los empresarios, lo que ocasiona sobreproducción, destrucción de factores productivos (capital y trabajo), destrucción del ahorro. Dejando como resultado menos bienes y servicios en el mercado, afectando el bienestar de la sociedad y su calidad de vida, por medio de precios más elevados, productos de menor calidad, pérdida de empleos, productividad y competitividad.

Pero esto no termina aquí. La búsqueda de intervenir el mercado obliga al Gobierno a tener que endeudarse o subir los impuestos para financiar sus medidas paliativas, generando así un círculo vicio de endeudamiento que reduce los recursos que deben destinarse a la sociedad por medio de seguridad, justicia, educación o salud. Aumenta el riesgo país, eleva las tasas de interés, debilidad, las instituciones y la seguridad jurídica; lo que trae consigo la fuga de talentos, la huida de la inversión, el estancamiento económico y la pobreza.

Economista
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