• 12/11/2015 01:00

Una China y dos Gobiernos (II)

 Habían pasado 15 años desde la abdicación del último emperador y luego de años de combates 

Habían pasado 15 años desde la abdicación del último emperador y luego de años de combates —interrumpidos durante una década por causa de la invasión japonesa de 1936—, los comunistas, liderados por Mao Tse Tung, terminaron haciéndose con el control de la mayoría del territorio.

El líder nacionalista Chiang Kai-shek decide trasladar su Gobierno a la isla de Taiwán en 1949 y Naciones Unidas y la mayoría de las naciones occidentales siguieron considerando al de Taipéi —la capital de Taiwán— como el Gobierno legítimo de China hasta 1971. Ese año, sin embargo, la ONU pasó a reconocer al Gobierno comunista como la autoridad legítima de una única China y la política de la República Popular de obligar a elegir entre mantener relaciones diplomáticas con Pekín o con ‘la provincia rebelde ' hizo que el estatus internacional de Taiwán rápidamente se convirtiera en un asunto complicado.

Las cosas entre ambos países empezaron a cambiar en julio de 2009, cuando los líderes de ambos lados intercambiaron mensajes por primera vez en más de 60 años. Lo hicieron como líderes de sus respectivos partidos y no como presidentes.

De hecho, ambos partidos oficialmente siguen favoreciendo una eventual reunificación, aunque muchos analistas también creen que los mandatarios están pensando sobre todo en su lugar en la historia, a la que les gustaría pasar como aquellos que lograron poner fin a una disputa de décadas. China ya le ofreció a Taiwán una versión de la fórmula ‘una nación, dos sistemas ' que se aplica a Hong Kong, pero no fue aceptada, aunque ahora parece estar dispuesta a intercambiar un reconocimiento tácito del Gobierno de Taipéi por —cuando menos— el mantenimiento del actual statu quo , en el que la posibilidad de una reunificación no ha sido completamente descartada.

Según la principal agencia taiwanesa de noticias, en la reunión el presidente Ma propuso reducir la hostilidad en el estrecho de Taiwán, aumentar los intercambios y abrir una ‘línea directa ' para fortalecer el ‘Consenso de 1992 ', como se conoce al acuerdo que le permite a los dos lados reconocer el principio de ‘una sola China ', pero interpretarlo de forma diferente.

*DOCENTE UNIVERSITARIO ESPECIALISTA EN RELACIONES INTERNACIONALES (BECARIO DE TAIWÁN).

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