El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...
- 20/08/2021 00:00
La infalibilidad supuesta de 'la ciencia oficial'
La ciencia, pienso a nivel profano, “debe ser amplia, contrastante y no dogmática, investigativa y aceptar el pensamiento crítico”. Creer ahora en “un humano infalible”, con el perdón de mi santa madre ya ida, ni el papa. El Dr. Mario Luis Puig, eminente cirujano y conferencista español, nos cuenta una anécdota: “Estando él ya como especialista en cirugía en la Universidad de Harvard, un día hacía visitas a salas el prominente decano. De todos los rangos se alinearon para acompañarlo, entre ellos un modesto internista recién graduado. El decano escuchó de un joven con una infección desconocida que ya estaba muy grave en la UCI. Quiso saber de él. Frente al joven, moribundo, ya que los antibióticos no funcionaban, pidió opiniones el maestro. Hablaron dos o tres, y de pronto el internista joven soltó una frase: ¿Ya le miraron las orejas? Hubo risas contenidas de los “grandes”. ¿Cómo se le ocurría opinar a ese joven inexperto? El decano, un maestro, y como tal sabio, repreguntó: ¿ya le examinaron las orejas? El médico encargado las revisó. En una de ellas estaba, hundida, una garrapata. Y algunas producen hasta la muerte. De allí vino la solución”.
El tema encaja cien por ciento ante la soberbia y vanidad prejuiciosa contra muchos colegas en el mundo, y aquí también, de algunos “médicos infalibles”, que los desprecian y hasta injurian. No hay “tal ciencia exacta e infalible”. Un ejemplo claro nos lo demuestra este informe del 2016. Cito:
“Tienes más posibilidades de morir a causa de un error médico que de un ataque cerebral, Alzheimer, diabetes, gripe, neumonía o accidente automovilístico. Esto es de acuerdo con un reciente análisis de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (2016). Ellos calcularon que para ese año morían 251 454 estadounidenses, debido a errores médicos en hospitales. De hecho, los errores médicos representan más muertes que todas las demás causas de muerte, excepto las enfermedades cardíacas y el cáncer. Y es probable que se esté subestimando el problema, señalan los doctores autores del estudio, Martin Makary, M.D., y Michael Daniel, M.D. “Pensamos que esto subestima la verdadera incidencia de muertes debidas a errores médicos, ya que los estudios citados se basaron en errores extraíbles de registros médicos documentados y solo se refieren a la muerte de pacientes hospitalizados”, señalan. De hecho, las investigaciones anteriores apuntan a que hasta 440 000 estadounidenses mueren al año a causa de errores médicos en hospitales” (Final).
En el caso de la gigantesca promoción mundial de las llamadas “vacunas”, ¿por qué en Colombia salió a la luz que los fabricantes impusieron al Gobierno sí o sí una cláusula: “no se harán responsables por ningún daño, fallecimiento, daño físico, mental, emocional, enfermedad o incapacidad”? ¿Por qué semejante inseguridad en lo que nos dicen “que es nuestra salvación milagrosa” y para lo cual nuestros Gobiernos son los mejores publicistas? Ninguna de esas megaempresas ha podido responderle a la FDA y a otras agencias sanitarias mundiales sobre cuáles serán los efectos a plazos de cuatro o seis años sobre los vacunados. ¿No podrán decir luego de ese tiempo; “lo sentimos, se trató de un involuntario error médico”? ¿Por plantearme esta interrogante lógica, soy un “delincuente antivacunas”, como lo expresó de un abogado conocido un “médico infalible? ¿Cómo le habría llamado dicho supermán sanitario al humilde doctor que hacía su internado por “la barbaridad” de preguntar si al enfermo grave le habían examinado las orejas?
El grave problema social y generalizado en el mundo no se limita a “ser pro o antivacunas”, como simplistamente lo están queriendo exponer. El problema es mucho más profundo. ¿Por qué en esta crisis real o superexagerada se despreció totalmente, en sus inicios, medicamentos supercomprobados en eficacia, desde hace muchas décadas, para gripes agresivas como el de este tipo de Virus Corona? ¿Por qué se sigue recurriendo a las pruebas PCR, cuando voces científicas nos alertan que “los falsos positivos llegan al 80 % de los testeados, si la repiten en alguien cuatro o cinco veces en un día”? ¿Por qué -pese a “la emergencia”- se saltó de cuajo “la Fase 3” (prueba en animales), si ello ha sido siempre obligatorio?
No, el problema es que, aunque no estudiemos medicina, leemos, tenemos acceso a Internet y voces de maestros mundiales éticos en su práctica médica y que no reciben comisiones de Pfizer o AstraZeneca. ¿Qué impide a un médico leer la Constitución? Así de simple y complicado es el tema. ¿La ecuación? = “Money”, en todos los idiomas, hasta en arameo.