• 19/12/2023 09:05

Inserción laboral de los jóvenes se complicará

Hay un fuerte deterioro en el clima para la inversión privada, particularmente en los sectores que generan cantidades importantes de plazas para jóvenes

El más reciente Informe Laboral del Instituto Nacional de Estadística y Censo INEC, a agosto 2023 (antes de las protestas de octubre y noviembre), permite tomar una fotografía de lo que había sido la evolución del empleo juvenil (15 a 29 años) en relación al año prepandemia (2019), así como visualizar un agravamiento de las perspectivas laborales para nuestros jóvenes a corto y mediano plazo.

Menos jóvenes trabajando, más estudiando

En relación a agosto 2019, a agosto 2023, antes de los cierres a raíz del conflicto minero, la economía generó 17,974 empleos más. Sin embargo, había 42,688 más jóvenes de 15 a 29 años, 70,503 más de ellos estudiando, pero 5,708 menos interesados en trabajar y 6,918 menos trabajando.

Su tasa de desempleo se mantuvo estable en 15%, el doble del promedio de la economía (7.1% en 2019 y 7.4% en 2023). Los jóvenes son hoy 24% de los trabajadores y 54% de los desempleados del país (versus 25% y 57%, respectivamente, en agosto 2019).

El empleo juvenil se ha venido recuperando tímidamente, luego de que 66,637 jóvenes de 15 a 29 años perdieran sus fuentes de ingreso entre el 2020 y 2021, a raíz de la pandemia, 38% de los empleos perdidos en ese lapso. 65% de la pérdida de empleo juvenil afectó a mujeres trabajadoras. La mitad de estas plazas eran trabajadores (as) del comercio, artesanos de la construcción y técnicos de nivel medio.

En este contexto, hay una gran preocupación por la calidad de la educación panameña como plataforma para la inclusión productiva de nuestros jóvenes, que se sustente en los resultados de las Pruebas PISA, que en el 2018 arrojaron que sólo 1 de cada 100 alumnos panameños sabe diferenciar una opinión de un dato, lo que representa un enorme handicap para un desempeño exitoso en el mundo laboral.

El empleo para jóvenes a principios del 2022 mostró evolución positiva

Entre noviembre 2021 y abril 2022 se registró una fuerte recuperación del empleo, producto del “efecto rebote”, con casi 102 mil nuevas plazas agregadas a la economía, 40% para trabajadores (as) menores de 30 años. 15% de esos nuevos empleos juveniles se dieron en el comercio, otro 15% mano de obra no calificada (comercio, construcción, hoteles/restaurantes) y 6% técnicos de nivel medio.

Pero entre mayo 2022 y agosto 2023 el ritmo de generación de empleo en la economía disminuyó 66% en relación al período anterior (octubre 2021-abril 2022), de casi 17 mil nuevos empleos por mes a 5,766, 1,211 de ellos (21%) beneficiando a jóvenes.

Cuatro de cada cinco nuevos nuevos empleos fueron empleados de oficina, agricultores, artesanos y no calificados. 42% de los nuevos Oficinistas encontraron trabajo en el Gobierno (42%), Turismo (16%), Logística (15%) e Industria (15%).

Los nuevos artesanos lo hicieron en la construcción y la industria, mientras que los no calificados lograron insertarse en hoteles/restaurantes, centros de enseñanza y actividades de apoyo administrativo.

Deterioro de las perspectivas para la inclusión productiva de jóvenes

En el 2018, nuestras universidades graduaron a 32,709 profesionales, de los cuales sólo 1,957 (menos del 6%) encontraron empleo en el 2019 (antes de la pandemia). Ante la incertidumbre existente para la inversión privada en el país, la economía está generando menos empleos formales, y en consecuencia, existen menos plazas disponibles para los jóvenes.

De hecho, entre enero y septiembre 2023, Mitradel tramitó unos 23 mil nuevos contratos laborales por mes, 30% menos que los 33 mil mensuales procesados por la entidad en el mismo período del 2019, en medio de una importante desaceleración en el ritmo de expansión del empleo en la economía, lo cual implica una importante disminución en el número de vacantes a las que pueden optar los jóvenes.

El significativo aumento de la población estudiantil mayor de 15 años (70,503 más en 4 años) y la importante reducción de las vacantes, hacen prever el agravamiento de la tendencia al aumento de la demanda (más jóvenes buscando trabajo) y la disminución de la oferta (menos vacantes disponibles para ellos), trayendo como consecuencia una aún mayor alienación de nuestros jóvenes del ámbito productivo.

Hay un fuerte deterioro en el clima para la inversión privada, particularmente en los sectores que generan cantidades importantes de plazas para jóvenes, como el comercio, construcción, agroindustria y logística

2024 se vislumbra complicado, con una fuerte caída de la inversión privada. Urge transmitir confianza, ya que sin ella, seguiremos generando informales y los jóvenes seguirán siendo los más afectados.

El autor es asesor empresarial.

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