• 17/02/2024 00:00

La identidad en los albores del centenario de la Revolución Kuna

Este pueblo siempre ha valorado la identidad de otros hermanos del mundo, y por eso, ha obtenido entre todos, espacios de comunicación en instancias internacionales

En febrero del próximo año, 2025, será el centenario de la Revolución Kuna, en donde sus líderes lucharon para preservar su cultura, idiosincrasia e idioma. Anteriormente, otros dirigentes también lucharon en lo que se consideró la Guerra del Caucho o la Guerra de Acandi. Independientemente de las diferentes luchas, hay un elemento a tomar en cuenta y que representa en suma su verdadera lucha. Me refiero a su identidad. Y es que la palabra identidad resume los rasgos históricos, luchas, costumbres y creencias de un pueblo. Algunos investigadores lo prefieren llamar “desarrollo territorial con identidad cultural” porque ambos conceptos tienen estrecha relación.

En 1947, en uno de los artículos de la revista Lotería en su edición de junio titulado “Recuerdos de Inapaquiña, Cacique de San Blas”, su autor, el colombiano Dr. Enrique Naranjo Martínez expresaba entre otras cosas lo siguiente: “Después de todo, nos poníamos a formar con el intérprete un vocabulario del dialecto Cuna, que para salvarlo de probable olvido y como contribución muy pequeña a los estudios de algún curioso, copiamos enseguida”. Han transcurrido setenta y siete años desde aquel escrito y la cultura, idioma, y por ende, la identidad están más fortalecidas, y es porque en cada periodo de la historia el pueblo kuna siempre ha encontrado los líderes que han luchado por su identidad, que es lo más preciado para ellos. No se imaginó el colombiano que en el futuro la identidad de ese pueblo se mantendría fortalecida, y que su historia seguiría analizada en tiempos posteriores desde diferentes escenarios.

El pasado 1 de febrero el Congreso General Kuna, hizo el lanzamiento oficial del programa tendientes a conmemorar el Centenario de aquellas luchas de 1925 en las instalaciones de Archivos Nacionales de Panamá, a través de diferentes actividades como la exposición de documentos de la época en donde el público pudo observar las gestiones de los grandes dirigentes. De esta manera, esta instancia inició una serie de actividades tendientes a rememorar y ofrecer informaciones sobre estas luchas que también cobró la vida de sus defensores. Me tocó también el honor de seleccionar los documentos históricos para ofrecer a los participantes los materiales genuinos de los personajes del momento. En pleno siglo XXI, el pueblo kuna ha dado un paso importante al hacer un inventario de su vida histórica que en muchas ocasiones es desconocida por el público en general.

Otro evento ocurrió el pasado 7 de febrero, cuando la biblioteca Presidente Roberto F. Chiari, depositario también de publicaciones y de documentos importantes sobre la cultura kuna, recibió de parte de la comunidad de Sasardi Muladub, Kunayala, y de sus Sagla Dummagan (caciques), el cuadro con el retrato del cacique Inanaginya, que gobernó su pueblo desde 1880 hasta su repentina muerte en Colombia en 1907. La actividad fue todo un éxito, y para eso agradezco a los encargados de la biblioteca por la organización de tan significativo evento. De ahora en adelante, los usuarios de esta biblioteca tendrán la oportunidad de presenciar el retrato de uno de los mártires del pueblo kuna. El retrato en mención fue obra del conocido pintor Ologwagdi.

Este pueblo siempre ha valorado la identidad de otros hermanos del mundo, y por eso, ha obtenido entre todos, espacios de comunicación en instancias internacionales para exigir en todo momento el respeto para defender sus raíces. Uno de los elementos que más han defendido ha sido su territorio, lo cual data de hace mucho tiempo. Sus tierras han sido invadidas en múltiples ocasiones para extraer los recursos naturales sin recibir a cambio ningún beneficio colectivo. De ahí que este pueblo ha sido muy celoso de sus tierras y recursos naturales.

Después de noventa y nueve años, y a un año de cumplirse el Centenario de lo que se denominó la Revolución Kuna o Rebelión Dule, su identidad ha ido fortaleciendo, existen espacios educativos en donde se promueven diversas manifestaciones culturales. Poco a poco, las investigaciones también han dado lugar a la reafirmación de su identidad como comarca.

La rebelión de 1925 fue la última gran lucha que consagró los valores más fundamentales del pueblo kuna. Mucho antes de estas luchas, ya los exploradores, científicos, antropólogos, etnólogos, han escrito sobre esta cultura. Por ejemplo, el libro del cirujano y explorador Lionel Wafer, Viajes de Lionel Wafer al Istmo del Darién (cuatro meses entre los indios) traducido en varios idiomas, o los escritos del científico sueco Erland Nordenskiöld, “Investigación histórica y etnológica sobre los cunas”, entre otras investigaciones, han arrojado evidencias claras del estudio sobre esta cultura desde hace varios siglos.

Muchas veces, las universidades, instancias gubernamentales como la Alcaldía de Panamá, Ministerio de Cultura, bibliotecas, son escenarios de eventos como charlas, conversatorios presenciales o virtuales, presentación de libros, se realizan siempre con el ánimo de seguir fortaleciendo la identidad de ese pueblo que sobrevivió a todo tipo de ataques y privaciones en el pasado.

A pesar de que ahora hay más investigadores que están escribiendo y publicado sus trabajos, todavía falta mucho por escribir y dar a conocer los elementos que aún se desconocen de las luchas de 1925, y para tal fin el apoyo del Congreso General Kuna es fundamental. Esta instancia debe invertir más recursos para apoyar más publicaciones que permanecerán para el beneficio de la presente y futura generación.

El autor es docente, investigador y ensayista
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