• 06/05/2024 00:00

El Camino de San José

Nosotros los exploradores elucubramos que se trata de un trillado español de la época que comunicaba la Ciudad de Pedrarias Dávila con el poblado de Guayabal en el camino de Cruces. Pero finalmente queda en manos de los cientistas de la historia y de la arqueología auscultar la verdad.

Deseo remarcar a manera de contribuir a refrescar la memoria histórica de la red caminera hispánica colonial aún en gran medida perdida en la nebulosa del tiempo en nuestro país debido a razones aún inexplicables, nuestros historiadores no fueron a la selva de la antigua Zona del Canal a hurgar el derrotero de los míticos empedrados ocultos bajo la hojarasca de los siglos. Me refiero, por ejemplo, El Camino Real, primero de Nombre de Dios y luego de Portobelo, hacia la Panamá de Pedrarias Dávila. Luego, en poco tiempo, el camino Real de Cruces, con sus dos versiones, el antes y después del pirata Henry Morgan. El del Virrey del Perú sin lodos y sin ríos. El sendero de Gorgona, nombre dado por francisco Pizarro a los naturales que vivían en una isla del pacífico colombiano por la abundancia de serpientes que él pudo observar comparándolas con la cabeza de Medusa colmada de horribles reptiles. Luego pertenecíamos a Nueva Granada, cuando el cabildo de la ciudad de Panamá, dispuso contratar con fondos de la comuna a un obrero de Cruces de nombre Marquínez pagándole cien pesos para trazar el Camino de Chagres como en efecto lo hizo.

Explorando algunos años atrás en compañía del también explorador Luis González decidimos tomar el rumbo hacia el este en son de exploración. Iniciando la aventura desde la vía Demetrio Lakas donde esta se cruza con el río Dos Bocas, hoy Colegio Kings School. Tras remontar una pequeña colina y caer al bajo, quedamos perplejos al encontrarnos con un empedrado que llamamos “desconocido”. Su eje de marcha hacia el este, nos conduce hacia las instalaciones del Colegio Chino Panameño, y de ahí al cruzar la vía de la Amistad y con el mismo rumbo de brújula, nos encaminamos hacia el río Curundú donde existió un puente de piedra que permitía la continuidad de la senda probablemente hacia Panamá la Vieja. Por las inmediaciones de la barriada Las Mercedes, hacia Dos Mares. Pasando por Bethania, el camino se perdió con la construcción de los complejos habitacionales. El río Curundú en el decurso varios fueron los nombres con los que se conoció. Para los españoles era el Río Hondo. Luego Río San José, Río del Puente, Río del Polvorín, Río del Zorrillo y Curundú que en lengua guaraní significa amuleto. El mapa del cartógrafo Tomás Harrison de 1857 nos reseña el poblado de Curundú a orillas del mismo río.

El doctor en arqueología, Tomás Mendizábal efectuó el recorrido de reconocimiento de la enigmática vereda y se pudo percatar de que la ruta está empedrada y que se requieren estudios para dictaminar si la misma viene de la época colonial o si su entramado caminero formaba parte de una amplia zona de fincas ganaderas antes de la formación de la Zona del Canal en 1904 y el regreso de los bosques. Nosotros los exploradores elucubramos que se trata de un trillado español de la época que comunicaba la Ciudad de Pedrarias Dávila con el poblado de Guayabal en el camino de Cruces. Pero finalmente queda en manos de los cientistas de la historia y de la arqueología auscultar la verdad.

El autor es explorador, conservacionista y custodio voluntario de los caminos coloniales de Panamá
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