Bajo Chiquito y Canaán Membrillo recibirán apoyo europeo tras crisis migratoria en Darién

  • 29/07/2025 14:31
El proyecto Fortalecimiento de la protección y cohesión social en el Darién trabaja por 18 meses en Bajo Chiquito y Canaán Membrillo.

La Unión Europea (UE) en conjunto con el Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) lanzaron este martes 29 de julio un proyecto para apoyar a las apartadas comunidades del Darién, en Panamá, y Acandí, en Colombia, que fueron impactadas por la ya disipada crisis migratoria al ser puntos claves de la ruta.

“Vamos a trabajar sobre todo con las comunidades (...) para asistirles y ayudarles en un momento muy difícil donde el flujo migratorio han cambiado su modelo de vida y el tejido social. Ahora no hay migración pero ellos se quedaron bastante afectados”, dijo a EFE la embajadora de la UE en Panamá, la polaca Izabela Matusz.

El proyecto Fortalecimiento de la protección y cohesión social en el Darién trabaja por 18 meses en Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, los primeros pueblos del lado panameño al que llegaban los migrantes tras atravesar la peligrosa selva del Darién, así como el municipio colombiano de Acandí, donde partían los transeúntes.

El proyecto comenzó el pasado 16 de junio y está previsto que finalice el 15 de diciembre de 2026, según la información oficial.

Tiene una primera fase de trabajo y acercamiento con las comunidades en las que se va a realizar un diagnóstico comunitario”, explicó a EFE el jefe de unidad de programas del Consejo Noruego para Refugiados de la operación de Colombia, Ecuador y Panamá, el español Mikel Mendezona.

En esa primera fase, detalló el jefe de NRC, hay un “proceso de acercamiento, consultas y muchos diálogos para ver cuál es la percepción propia de las comunidades sobre su situación actual”, en especial para evaluar cómo ha “cambiado su situación” tras el flujo migratorio.

La iniciativa cuenta con un financiamiento de 2 millones de euros (2,3 millones de dólares) de la UE implementados por NRC para impactar a 3.250 personas mediante el fortalecimiento “protección, cohesión social y resiliencia” de dichas comunidades, según la información oficial.

En concreto, busca “apoyar iniciativas comunitarias, atendiendo las necesidades de las comunidades panameñas y apoyando instituciones en la frontera, sensibilizando y fortaleciendo las capacidades para la resolución colaborativa de disputas”, destaca el comunicado de la UE y NRC.

Hay varias líneas de acción y cosas que podemos hacer a nivel comunitario; queremos trabajar mucho también con mitigaciones, metodologías de resolución de conflictos comunitarios y apoyar algunos puntos que prevemos a nivel de infraestructura comunitaria”, señaló Mendezona.

La crisis migratoria por el Darién, la peligrosa jungla panameña fronteriza con Colombia, llegó a su peor punto en 2023 al registrar la cifra récord de más de 500.000 transeúntes, tras varios años en escalada. Esa selva, plagada de peligros naturales como de grupos armadas, ha sido usada históricamente como paso migratorio para llegar a Estados Unidos.

Las comunidades indígenas que eran puntos claves se vieron impactadas tanto por la llegada masiva de migrantes en condiciones deplorables, tras haber cruzado la jungla, como por los ingresos económicos que eso representaba para dichos pueblos, de difícil acceso y dependientes de la agricultura y ganadería.

Tras la llegada de José Raúl Mulino al poder, el 1 de julio de 2024 y de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero pasado, el flujo migratorio cayó en picado gracias a una serie de políticas para frenarlo.

En este contexto se está dando un flujo a la inversa: ya van más de 13.200 migrantes que han llegado a Panamá en lo que va de año, en su tránsito de regreso hacia el sur del continente tras ver frustrada su meta de ingresar a Estados Unidos.

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