• 17/06/2009 02:00

Relaciones Públicas y Educación

La propuesta de una educación holista para el siglo XXI es comprendida como una pedagogía de amor. Diversos expertos del tema han coinci...

La propuesta de una educación holista para el siglo XXI es comprendida como una pedagogía de amor. Diversos expertos del tema han coincidido en que para mejorar la educación no se debe ver y trabajar como partes, sino como un sistema general de un todo, de modo que facilite la explicación y el comportamiento interrelacionado de la misma. El enfoque de amor universal de la nueva educación holista apremia en toda profesión.

En las Relaciones Públicas no dicta mucho esta necesidad, debido a la génesis de éste trabajo, los públicos (su comprensión, la empatía existente, la imagen?). Sin embargo, cuando se trabaja con comunicación es necesario decir, hacer y ser originalmente una persona, una persona de confianza y atrayente a los públicos (externo – internos). Es entonces donde la comunicación que se utilice a través de los conocimientos teóricos y prácticos de una enseñanza de varios años, y especializaciones, deben y tienen que desprenderse de todo interés propio y ejercerse con pasión en busca del bien común.

De allí que los valores éticos, morales, cívicos, profesionales marcan una diferencia en la formación del profesional. Todo lo que tocamos lo podemos cambiar para bien o para mal y siempre debemos estar consciente de ello. Es interesante este enfoque holista de la nueva era de la educación, porque supone un conocimiento integral no solo de letras, de aprendizaje, sino de espíritu y de comprensión humanística.

La educación para este siglo debe transformar y motivar los procesos de vida con el prójimo, con quien nos relacionamos continuamente. El amor universal es constante y al igual que señala la premisa: “nunca se deja de aprender” , siempre podemos amar y poner pasión en lo que somos y hacemos. La enseñanza, entonces, no se visualiza como de “puro conocimiento” del “hacer” , sino del ser.

En Relaciones Públicas existe una constante: debe haber una concordancia con lo que se hace, se dice y se piensa. Para las Relaciones Públicas este enfoque señala un camino trazado que ya es conocido, pero muchas veces olvidado por la usurpación tradicional de los que ejercen la profesión actualmente, porque cuando se aprende un oficio y se siente, así mismo se aplica.

-La autora es analista de Información y RR.PP.mmliceth@hotmail.com

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