Quince días de vapuleo...

El vapuleo del escándalo de los papeles de Mossack-Fonseca aún no nos permite decir que estamos con resaca, pues el trago amargo no termina de bajar. Mas, lo que sí podemos decir es que a medida que pasan los días salen ‘cositas ' que nos indican que lo justo es lo que muchos hemos señalado, si bien el país como tal requiere revisar el asunto de las ‘offshore ', el alboroto y desprestigio en este caso en específico es y debe ser única y exclusivamente para la firma de abogados responsable de la situación. Sí es, contrario a la opinión de algunos, importante que se les haya mal bautizado ‘Panama Papers ', pues es el nombre del país, el único que lleva ese nombre —la ciudad en el estado de la Florida que lo lleva, Panama City, es eso, una ciudad, que muchos ni saben que existe—; nuestro nombre de país, PANAMÁ, representa a una nación, a una población, una bandera. No es un nombre común y corriente, es el nombre de un país, y lo que se dice del país, se dice de su gente, de su idiosincrasia; pues, un país existe por su gente. Ojalá logremos subsanar el daño que la actividad de unos pocos ha hecho a la nación y que ese daño no sea como un fuego que se apaga en la superficie, pero sigue ardiendo bajo esta.