Urgen leyes para conservar el agua

P anamá es un país de agua. ¿Por qué entonces estamos enfrentando una severa sequía? La razón es muy simple: ¡no cuidamos este valioso recurso y hasta ahora no nos había importado! Aunque tenemos una severa crisis, esto, empero, aún no es difícil revertirlo. Urge, eso sí, que la Asamblea Nacional apruebe leyes que obliguen a los dueños de propiedades por donde pasa una quebrada, río, haya un lago o cualquier otro afluente, a que los protejan con sus bosques respectivos. Hasta ahora, la práctica ha sido pelar los terrenos hasta la orilla misma de los afluentes. Esto ha traído consigo la disminución inmediata del caudal y su progresiva extinción. Somos los panameños, no El Niño, los que hemos causado esta sequía. Somos nosotros los panameños, los que podemos revertir el problema. Aparte de las leyes, urge que todos tomemos conciencia en la protección del agua y la conservación de este vital líquido. En casa, por ejemplo, todos debemos ahorrar agua a la hora de cepillarnos los dientes o fregar los platos y demás utensilios de la cocina. Esto implica cambiar hábitos y es necesario hacerlo para poder tener la tranquilidad en el futuro. El agua es nuestro petróleo. De ella depende el Canal de Panamá, cuyos ingresos a las arcas del Estado son de todos conocidos, pero sobre todo, por ser el motor de nuestra economía. ¡Conservemos el agua!