El tabú de las izquierdas

Las izquierdas europeas se diferencian de las izquierdas latinoamericanas en concepto, en forma y en ejecución. Y es que hablar de izquierdas en Latinoamérica es como hablar de lo prohibido; entrar en un submundo de otra especie, porque de lo que se trata es de una clase política cuya argumentación es un odio visceral hacia los ricos y acaudalados de un determinado país. Ejemplos hay a montones, pero ¿por qué triunfan las izquierdas en Latinoamérica? La respuesta es simple: por la desigualdad social. En América Latina se encuentran seis de los países más desiguales del mundo, entre ellos Panamá que está en el número 10, pese al extraordinario crecimiento económico. Ese resentimiento de que las riquezas no permean a las capas más bajas es lo que tiene arriba a López Obrador en México y lo que llevó a Chávez al poder en Venezuela. El problema de las izquierdas latinoamericanas es que ese odio visceral es traducido a la política y cuando llegan al poder, lo primero que hacen es acabar con la empresa privada, lo que limita la ayuda los más necesitados e incrementa la pobreza. La distribución equitativa de la riqueza no se logra acabando con los ricos y acaudalados; es el resultado del establecimiento de políticas públicas coherentes y de una educación fuerte para toda la sociedad, de manera que los pobres adquieran el conocimiento necesario para acceder a la riqueza del país. Mientras ese no sea el norte, las izquierdas latinoamericanas seguirán siendo tabú y cosa prohibida.