Eficiencia, no hay de otra

La reestructuración de la Caja de Seguro Social es vital, pero antes de hablar de aumentos de cuotas, años de servicios y porcentajes para pensionarse, hay que hablar de eficiencia. Y es que uno de los graves problemas de la Caja es la ineficiencia con la que opera. Y por allí es que hay que empezar; por instituir la eficiencia en la institución. Triste es que entre 2016 y 2019, los gastos en personal aumentaron en 317 millones de dólares, sin que mejorara en nada el servicio a los asegurados. Si hacemos un análisis exhaustivo, en 2019 había en la Caja 35 293 funcionarios, entre administrativos y personal de Salud. De ese gran total, la administración Martinelli y la administración Varela, metieron a la Caja 23 645 personas. No hay que ser adivino para saber que la Caja de Seguro Social se usa como refugio para emplanillar a amigos y copartidarios. Esto hay que cambiarlo ya, antes de empezar a discutir aumentos de aportes económicos, número de cuotas o edad de jubilación. La eficiencia tiene que ser norte en esta institución y ella debe entrar no solo en la planilla, sino al sistema de compras de medicamentos e insumos. La Caja tiene que ser una institución modelo y por más problemas que tenga, la discusión debe centrarse en eficiencia, porque lo demás viene por añadidura. Hay que empezar despolitizando la Caja y cortando las garras de las mafias que por años la han sangrado. Seguir como vamos es seguir en el error. ¡Así de simple!